«Yo creo que este verano no vamos a salvar los muebles, vamos a perder». Esta es la sentencia que utiliza el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Murcia (Hostemur), Jesús Jiménez, para explicar sus previsiones de la campaña turística de verano. Las posibilidades de una reducción importante de visitantes extranjeros, las restricciones que imponen los gobiernos central y regional o la incertidumbre sobre las condiciones de prórroga de los ERTE son algunos de los lastres que los representantes del sector aseguran que van a dificultar su recuperación.

Entre los que más negro ven el panorama para el sector hostelero se encuentra el presidente de Hostemur. Jiménez no muestra muchas esperanzas sobre la llegada de visitantes de fuera de las fronteras nacionales: «Nadie se plantea viajar a día de hoy», se lamenta.

Si esto acaba siendo así, el sector se tendrá que alimentar del visitante interior. «Somos 17 comunidades peleando por el turismo nacional», asegura Jiménez.

El representante de Hostemur teme una guerra de precios a nivel autonómico. «Estamos al lado de dos monstruos turísticos, nosotros somos un mindundi», sentencia, «si todos vamos a por el turismo nacional, el consumidor es muy susceptible al precio. Si Andalucía y Valencia bajan precios, la verdad es que lo veo bastante negro».

Hoteles con plantas cerradas

Jiménez afirma que hay hoteles que están planteándose abrir menos plantas o directamente no abrir porque «apenas hay demanda de reservas».

También se queja de la «improvisación» por parte de las administraciones: «Estamos a una semana de finalización de los ERTE y no sabemos cómo se van a prorrogar».

Tampoco ve nada clara la situación para el sector turístico este verano el presidente de la Asociación de Hosteleros de Cartagena y Comarca (Hostecar), Juanjo López. «Las previsiones son difíciles de hacer por el hecho de que día a día la cosa cambia. Habrá una caída de entre un 20 un 30 o incluso un 40 por ciento», asevera.

López considera que el turismo de segunda residencia puede ser un salvavidas para el sector. No obstante, también engendra complicaciones: «El turismo de segunda residencia es un problema por el consumo menor, aunque en las circunstancias en las que vivimos cualquier pequeño consumo es un soplo de aire fresco», explica.

En el capítulo de reproches a las instituciones, recalca lo perjudicial de las restricciones de las celebraciones y en las discotecas. Cuenta que esta semana han pedido reunirse con el Gobierno regional para proponer alternativas.

Una visión más positiva de la situación la ofrece la presidenta de Hostetur, Soledad Díaz, que afirma que «van habiendo reservas paulatinamente» y que la mayoría de hoteleros le han dicho que «abrirán con normalidad». «No doy ni por perdido ni por ganado el verano», asegura Díaz. No obstante, muestra temor porque «España ahora mismo está salpicada de rebrotes y eso ayuda poco. En esta situación todo cambia de un minuto al siguiente».