La crisis sanitaria desencadenada por el coronavirus ha disparado los precios de la fruta fresca en la Región casi un 10% en el mes de mayo. Los cambios en el consumo que ha originado el confinamiento han hecho que el IPC de mayo acusara la distorsión provocada por la pandemia, aunque según los datos que dio a conocer este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación se mantuvo estable y no experimentó ninguna variación respecto al mes anterior, mientras que su tasa interanual ha bajado nueve décimas.

CC OO ha alertado de que «el precio de la fruta fresca se ha disparado un 9,8% en tan solo un mes, un 14,3% en lo que va de año y 20,5% respecto a mayo de 2019», aunque también ha subido en el resto de España. «Las patatas, las legumbres y hortalizas, la carne de ave y el pescado han bajado, lo que significa que seguimos pudiendo comer los productos básicos», añadió el sindicato, recordando que el encarecimiento de la fruta fresca contrasta con la bajada de los salarios provocada por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que han afectado a más de 80.000 trabajadores.

UGT precisa que en el mes de mayo «el impacto del coronavirus ha hecho que los precios de los bienes que hemos podido seguir consumiendo crezcan a tasas cercanas al 3%, mientras que los servicios experimentan apreciables descensos en los precios fundamentalmente por el efecto de la electricidad».

La Croem señala que «el grupo más inflacionista fue alimentos y bebidas no alcohólicas (+3,9%, 0,5 puntos menos que en abril)», mientras que «ejercieron mayor presión bajista transporte (-9,5%, presionados por carburantes) y gastos asociados a vivienda (-5,4%, con el recibo de la electricidad a la baja)». La patronal añade que «en el resto de grupos se dio cierta moderación, si bien debido a la especial situación algunos bienes y servicios no se comercializaron, por lo que sus precios no han sido recogidos pero sí estimados (para tener efecto total neutro)».

En España el IPC no experimentó cambios en relación al mes de abril, pero recortó dos décimas su tasa interanual, hasta el -0,9%, su mayor tasa negativa desde mayo de 2016. El INE explicó que en mayo continuó el estado de alarma y muchos de los establecimientos comerciales abrieron con restricciones de aforo, por lo que la recogida de precios se ha realizado de nuevo íntegramente por medios telemáticos. Por tanto, el IPC de mayo, siguiendo las pautas establecidas por Eurostat, modifica parte de sus tratamientos técnicos para la estimación de los precios para adaptarse a las necesidades del momento.