«El balance es muy positivo en dos vertientes. Por un lado, nos hemos emparejado con la Región y por otro hemos salido muy rápidamente y con mucha seriedad de una situación que suponía un gran riesgo». Así valora el alcalde de Totana, Juan José Cánovas, la entrada de Totana en la fase 2 de la desescalada. Una fase 2 que ha llegado al municipio una semana más tarde que al resto de la Región debido a un brote de seis casos detectado en trabajadores del campo totanero.

Trabajo coordinado

Aunque no todos los bares y restaurantes de Totana han abierto, debido a que aún continúan evaluando daños y preparándose para levantar la persiana, la gran mayoría sí lo ha hecho. «La gente ha salido a la calle, pero con cuidado. Somos muy conscientes de que hay que respetar las medidas de seguridad y sanitarias de forma individual y colectiva -explica Cánovas-, porque son las que han demostrado servir contra el virus».

En este sentido, el alcalde insiste en la «vital importancia» que ha tenido el trabajo coordinado: «La Guardia Civil, la Policía Local, Protección Civil, Cáritas, el servicio de epidemología de la Consejería de Salud han trabajado de forma conjunta y han demostrado algo: cuando remamos todos en la misma dirección, se sale adelante».

Menos sanciones

La normalidad reinó en las primeras 24 horas en que Totana vivió en el marco de la fase 2. «La Guardia Civil y la Policía han estado controlando de manera conjunta que se respetasen las normas que imponía en cada momento el estado de alarma, y tengo que decir que las sanciones se han reducido drásticamente. El último dato que tenemos es que de las últimas 159 identificaciones que ha hecho la Policía, solo una persona ha sido sancionada, cuando en los peores días de la cuarentena hemos superado varias veces las 40 sanciones. Está claro que caminamos hacia la normalidad», cuenta Cánovas, que espera que la desescalada continúe y que Totana «entre en la fase 3 el próximo lunes con el resto de municipios de la Región».