Existe un consenso en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Para ello, iniciativas como el European Green Deal-Pacto Verde Europeo y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) concretan medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover la penetración de energías renovables e impulsar la eficiencia energética, maximizando las oportunidades y beneficios para la economía, el empleo, la salud y el medio ambiente.

El impulso a la electrificación como palanca del cambio cumple además con las cinco premisas enmarcadas en la Nueva Política Industrial Española: el incremento del peso de la industria en el PIB nacional, la sostenibilidad y descarbonización de la economía, la digitalización, la mejora de productividad y competitividad y el alineamiento de la política industrial con la impulsada desde la UE.

Cadena de valor nacional fuerte

La crisis derivada del COVID-19 ha puesto de relevancia además la importancia de disponer de una cadena de valor nacional fuerte en los suministros de servicios esenciales, entre los que se encuentra la energía. En este ámbito, España está muy bien posicionada porque ha desarrollado en los últimos años una sólida industria nacional de bienes de equipo, involucrada en proyectos renovables, redes inteligentes y productos y servicios energéticos para responder a un nuevo modelo energético.

Además, cuenta con un buen recurso renovable, territorio suficiente para su desarrollo, empresas energéticas potentes y con capacidad de inversión, un mix de generación diversificado y el despliegue de redes eléctricas inteligentes para integrar más renovables y nuevas realidades como la movilidad eléctrica y el autoconsumo.

Preparada para sumarse a esta tarea

Uno de los primeros grupos energéticos que ha dado un paso al frente durante la pandemia, ha advertido de la urgencia en la toma de decisiones y ha tomado medidas, convencida de la oportunidad de aprovechar fortalezas ha sido Iberdrola.

Recientemente, la compañía anunciaba inversiones sin precedentes, de hasta 10.000 millones este año, para reactivar la economía y el empleo. En el primer trimestre, coincidiendo con la sanitaria, ha continuado avanzando en sus proyectos renovables en todo el mundo, que suman más de 8.500 MW de capacidad. Solo entre enero y marzo, ha instalado 1.200 nuevos MW y prevé más de 5.500 MW durante el ejercicio. En España, Iberdrola continúa liderando la descarbonización de la economía, con un plan en energías renovables -el más ambicioso del país- que le llevará a instalar 3.000 MW a 2022.

Renovables frente al coronavirus

Algunos de los ejemplos del avance de su plan renovable, los encontramos en estos días, combinando las exigencias de proyección sanitaria con el mantenimiento de la actividad.

El pasado 6 de abril, Iberdrola puso en marcha la planta fotovoltaica más grande de Europa que, a las 12 horas, vertía a la red eléctrica su primer MWh de energía limpia.

Núñez de Balboa -con una potencia instalada de 500 MW y una inversión cercana a los 300 millones de euros- es un proyecto renovable emblemático que ha batido récords, entre ellos, la generación de empleo -implicación de más de 1.200 trabajadores en periodos de puntas de trabajo; un 70% de ellos extremeños- y la dinamización de tejido industrial, ya que su construcción ha requerido de compras a una treintena de proveedores -muchos de ellos locales- por valor de 227 millones de euros.

La planta generará energía limpia para abastecer las necesidades de 250.000 personas/año -población equivalente a Cáceres y Badajoz- y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año. Iberdrola ha contado con financiación verde del BEI y el ICO y, además, promoverá el consumo sostenible de grandes clientes, tras los acuerdos de compraventa de energía a largo plazo alcanzados con empresas del sector de banca, telecomunicaciones y distribución.

Travesía guíada por una estrella

El 27 de abril, y después de recorrer 20.000 km y superar todos los controles sanitarios, atracaba en el Puerto de Bilbao el buque de transporte pesado ZHI XIAN ZHI XING -‘La estrella hacia la Constitución’- con las 42 palas de los aerogeneradores que formarán parte del nuevo proyecto de Iberdrola en España, el parque eólico Puylobo, que construye en Aragón.

La compañía recibía este componente, mientras completa la obra civil del parque eólico, apoyado en proveedores locales, y se fabrican el resto de elementos de los aerogeneradores -torres, nacelles, generadores, multiplicadora y trafos- en instalaciones de Asturias, Cantabria, Soria y Burgos.