Esta Comunidad de Regantes está convencida de la compatibilidad de nuestro regadío con la defensa del Mar Menor. Por todo ello, estamos dispuestos a llevar a cabo todas aquellas actuaciones que sean necesarias para la salvaguarda medioambiental de este paraje natural único, y mejorar todas aquellas prácticas agrícolas que garanticen la sostenibilidad de nuestra agricultura.

No entendemos la criminalización de una de las agriculturas más tecnificadas y productivas del mundo (telecontrol, riego deficitario, cultivo hidropónico, cobertura de balsas, lucha integral, etc), lo que está poniendo en riesgo el modo de vida de muchas familias. No comprendemos que se esté utilizando al regadío como cabeza de turco, sin tener en cuenta en las misma proporción los impactos de otras actividades sobre el Mar Menor, tal y como recoge el Comité Científico en su informe (vertidos urbanos, minería, desarrollo turístico, conectividad entre Mar Menor y Mediterráneo, actividades recreativas y deportivas, etc).

En relación con los niveles de nutrientes en el acuífero Cuaternario del Campo de Cartagena, conviene recordar que su elevada concentración, relacionada con el regadío y sin contar la afección de otras actividades, se debía a las prácticas agrícolas que se realizaban hace décadas (riego por superficie con grandes aportes de fertilización), que nada tiene que ver con la de nuestros días.

Actualmente más del 96% de nuestro regadío emplea riego localizado, con fertirrigación. Realizándose un regadío de precisión, que ha reducido el uso de fertilizantes y los retornos de riego a la mínima expresión. El hecho de que muchas explotaciones agrícolas cuenten con sondas de humedad garantiza que no se pierda agua por filtración.

Todo ello ha permitido que las concentraciones de nutrientes en el acuífero en algunos puntos se hayan reducido. Por desgracia, de acuerdo con investigadores del Instituto Geológico y Minero de España, el acuífero Cuaternario lamentablemente no se recuperará en años. Por ello, lo más urgente es ejecutar aquellas infraestructuras, contempladas la gran mayoría de ellas hace décadas por la Administración, y que incomprensiblemente no se han ejecutado todavía, para poder evitar la descarga de esas aguas al Mar Menor.

Por ejemplo la Ley 26/2009 del 23 de diciembre de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2010 recoge la Declaración de interés general de las obras de 'Recogida y eliminación de las salmueras procedentes de la red de desalobradoras del Campo de Cartagena y su vertido al Mar Mediterráneo'. Otro ejemplo lo encontramos en la Resolución de 8 de mayo de 2006 de la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, por la que se formula declaración de impacto ambiental sobre la evaluación del proyecto de Ampliación de la Estación desaladora de Aguas Salobres de El Mojón y sus colectores. La ejecución de esta actuación pretendía, por la captación de las aguas subterráneas, preservar el Mar Menor del aporte de nutrientes.

Por otro lado, nuestras zonas regables abarcan una superficie regable de unas 42.000 hectáreas, estando su perímetro totalmente delimitado por el Organismo de Cuenca, y pudiéndose consultar las mismas en el visor GIS de nuestra web. Para el control del agua distribuida por nuestra corporación se están aplicando las últimas tecnologías: sistemas de información geográfica, telecontrol, aplicaciones web y para móvil, etc. Lo que ha convertido al regadío del Campo de Cartagena en un referente internacional. Pero no nos conformamos con ello, estamos convencidos que el futuro de nuestro regadío pasa por continuar innovando, donde el I+D juega un papel trascendental para poder llevar a cabo una agricultura de precisión y sostenible.

Desde nuestra corporación llevamos años proponiendo soluciones y tomando medidas para poder garantizar la salvaguarda medioambiental del Mar Menor. Así, estamos evitando que las aguas depuradas de las estaciones depuradoras de aguas residuales del Campo de Cartagena (San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Torre Pacheco, Roldán-Balsicas, Fuente Álamo y La Aljorra) puedan llegar al Mar Menor, dado que las estamos reutilizando. Además, nuestra corporación, hasta junio de 2019, ha evitado que grandes cantidades de agua del nivel freático o del acuífero Cuaternario llegaran al Mar Menor, gracias al uso de las infraestructuras de captación de la Desalobradora del Mojón.

Entre las actuaciones más recientes destaca un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena que analiza la gestión propuesta de los recursos hídricos superficiales y subterráneos en el Proyecto Informativo y Estudio de Impacto Ambiental del Análisis de soluciones para el objetivo del vertido cero al Mar Menor proveniente del Campo de Cartagena. Este estudio muestra que la actividad agrícola y el Mar Menor son totalmente compatibles si se realizan las infraestructuras necesarias.

Además, hemos redactado el Proyecto de construcción de la planta desnitrificadora de salmuera en la Desalobradora del Mojón, y el estudio de alternativas para el diseño de la red de recogida y transporte de los rechazos procedentes de las desalobradoras, para su posterior tratamiento y vertido al Mar Mediterráneo.

Para finalizar, me gustaría resaltar de nuevo que nuestra Comunidad de Regantes está dispuesta, tal como siempre ha hecho, a colaborar en todas aquellas actuaciones necesarias, dentro de sus competencias, para poder conseguir la salvaguarda medioambiental y recuperación del Mar Menor.