El Patrimonio Cultural español es inmenso y dentro de él tenemos numerosos edificios con cientos de miles de años de antigüedad, pero gran parte se encuentra en ruinas y sin ningún tipo de mantenimiento. Por ello la iniciativa 'Lista roja del Patrimonio' de la Asociación Hispania Nostra, trata de mostrar y concienciar a la gente de la cantidad de monumentos históricos que nos rodean, de la importancia que tienen para nuestra cultura y de la paupérrima situación que sufren muchos de estos edificios por toda la Península, a pesar de haber sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC). En la Región de Murcia existen 33 casos, de los cuales sólo tres han mejorado su situación hasta desaparecer de la 'lista' realizada por la asociación y pasar a formar parte de la más positiva 'Lista Verde'.

Alfonso Muñoz, miembro del comité científico de la Lista Roja, explica que Hispania Nostra es «una asociación de ámbito nacional dedicada a la defensa del patrimonio cultural como un bien común». Se trata de «una asociación sin ánimo de lucro que se sustenta a base de las cuotas de los socios individuales o institucionales, como puede ser una comunidad autónoma o un ayuntamiento», añade.

La Asociación colabora con diversas entidades, tanto en territorio internacional, con la asociación Europa Nostra, como con otras asociaciones regionales y locales de nuestro país, además de tener activos varios programas. Entre ellos, se encuentra también la 'Lista negra', donde se recogen los monumentos ya desaparecidos, y la 'Lista verde', donde enumeran aquellos que ya han sido restaurados o se encuentran fuera de peligro. Además, colabora con Europa Nostra en los premios europeos del patrimonio y en todas las campañas de sensibilización y educación de los ciudadanos.

Los vecinos participan

Los vecinos participanMuñoz comenta el proceso que llevan a cabo los ciudadanos para informar sobre los monumentos: «La Lista Roja es un instrumento de participación social, donde cualquier ciudadano puede rellenar una ficha alojada en la página web con los datos del monumento como el nombre, la época y la tipología del mismo que considere Patrimonio». Tras este primer paso, el comité científico, formado por expertos (arquitectos, arqueólogos o conservadores de museos), analizan la petición y determinan si debe entrar en la lista o no. Si ellos consideran que hay peligro en la integridad de ese bien cultural o riesgo de pérdida, se introduce en la 'Lista roja'.

Y en esa lista no faltan edificios históricos en peligro de la Región de Murcia, como el molino de viento de las Salinas de Marchamalo, el único molino de sal que se conserva en toda la Región y que data de finales del S. XIX. En sus orígenes se ayudaba únicamente del viento para su funcionamiento, aunque a mediados del S. XX se le instaló un motor eléctrico, por lo que sus aspas no volvieron a utilizarse más. La baja productividad de las salinas, junto a otros problemas financieros, llevaron a la empresa que instaló estos molinos a abandonar el terreno y con él a los edificios que lo poblaban.

El único que queda está abandonado, según la asociación, y en peligro constante de derrumbamiento, por lo que la situación de este edificio es realmente crítica, «pero al ser una propiedad privada poco puede hacer la Comunidad Autónoma por su conservación», según explica Hispania Nostra en su página web.

Al oeste de Cartagena, en el Monte Roldán, a 485 metros sobre el nivel del mar, se ubica la Batería de Roldán, una instalación militar construida en 1926 por el gobierno de Primo de Rivera y más conocida como C-51, que llegó a disparar más de 600 proyectiles en su primer año de funcionamiento durante la Guerra Civil. En 1959 sufrió una explosión en sus polvorines en la que no hubo que lamentar víctimas y siguió en funcionamiento hasta 1965, cuando fue finalmente evacuada por los militares.

En la actualidad se encuentra abandonada y parcialmente derruida por el «deterioro del tiempo y de los actos vandálicos», según afirman desde la asociación, ya que se han realizado pintadas y se han tirado varios tabiques. Esta batería fue declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el 7 de agosto de 1997 y, aunque pertenece al Ministerio de Medio Ambiente, fue cedido temporalmente al Ayuntamiento de Cartagena para la instalación de una antena de comunicaciones en el año 2014.

A la vista de todos

A la vista de todosEn pleno centro de Caravaca se encuentra la Casa de la Tercia, una casa construida en 1802 con estilo barroco que fue utilizada para almacenar el grano y el vino de la zona. Un siglo después el edificio fue reformado y transformado en tres viviendas independientes, y ya sólo quedan la portada de piedra y el balcón superior como rasgos originales. Por dentro, el edificio está «totalmente derruido pero aún se pueden observar claramente las modificaciones que se llevaron a cabo en ventanas, establos y bodegas con respecto a los planos originales». Ha sido catalogado por la asociación como de «ruina total», por lo que se precisa de mantenimiento urgente para conservar este edificio histórico que pertenece actualmente al Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz.

También se encuentran en la 'Lista roja' varios castillos en mal estado, como el Castillo de la Atalaya, que debe su nombre a que se localiza en el Monte Atalaya. Esta localización ya era utilizada allá por el 1561 como puesto de vigilancia estratégico, pero no fue hasta tiempo más tarde, en 1706, cuando fue designado como uno de los lugares para asegurar la posición durante la Guerra de Sucesión. Fue en 1778 cuando dos ingenieros militares realizaron el proyecto, que tardó poco más de dos años en finalizarse tal y como lo conocemos. El castillo fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 7 de agosto de 1997 y actualmente se encuentra abandonado y considerablemente dañado, aparte de sufrir numerosos actos vandálicos y expolios varios.

No todo es gris

No todo es grisAunque no hay que ser pesimistas sobre el estado del patrimonio en la Región, pues algunos monumentos han sido correctamente tratados y se encuentran actualmente en buen estado, como es el caso del Yacimiento arqueológico de San Esteban-Arrixaca Nueva, ubicado en el centro de Murcia. El 17 de febrero de 2011 fue declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Zona Arqueológica, por lo que se paralizaron los planes de construir un aparcamiento subterráneo en la zona. Hasta el año 2010 se hallaron 60 viviendas y un conjunto de seis grandes recintos residenciales. Junto a esas viviendas se encontró una zona de carácter más religioso con una necrópolis y un pequeño oratorio.

Además del yacimiento, también tenemos el Monasterio de San Ginés de la Jara, el único monasterio con orígenes medievales que se conserva en Murcia y que data del año 1611, aproximadamente. Cuenta con más de 1.800 metros cuadrados de planta, en los que dispone de capilla y torre del campanario, además de los dormitorios, almacenes, refectorio y claustro. El 28 de febrero de 1992 se declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, pero no fue hasta 20 años después que se iniciaron las obra de restauración, eliminando los escombros y limpiando la zona. En la actualidad ya se ha restaurado al 50% y se puede considerar que el edificio ya no está abandonado.

Desde la Consejería de Cultura explican a esta Redacción la difícil situación para «conservar algunos de estos bienes, ya que en ocasiones es competencia de sus propietarios y, aunque sean catalogados como Bienes de Interés Cultural, son ellos los que deben encargarse de la restauración y mantenimiento de esas estructuras». En el caso de aquellos BIC que pertenecen a ayuntamientos, como la Casa de la Tercia, es más fácil seguir la pista, ya que pueden ofrecer datos públicos sobre medidas tomadas, pero por el contrario en los que son de propiedad privada no pasa.

Lo que sí quieren manifestar desde la Asociación Hispania Nostra es que gran parte del patrimonio de la Región se encuentra en muy mal estado, desprotegido y sometido a las inclemencias del tiempo, por lo que tanto entidades públicas como privadas deben poner los medios para remediarlo. Muchos de ellos son parte de la historia de España y acabarán perdiéndose sin ser recordados si no se dan medidas para solucionar a esta situación.