Un grupo de investigación multidisciplinar del Servicio Universitario de Hematología y Oncología Médica del Hospital Morales Meseguer de Murcia ha apoyado la excarcelación del exministro cartagenero Eduardo Zaplana argumentando que "un paciente tras un trasplante alogénico no puede mantenerse en esas condiciones, independientemente de su situación penal", según ha expresado a través de una red social, en una respuesta a un comentario realizado por Guillermo Sanz, médico del hospital La Fe de Valencia y uno de los sanitarios que trata a Zaplana en el Centro Penitenciario de Picassent.

Tras seis meses en prisión, con numerosos intentos fallidos de obtener la libertad, el encarcelamiento del también expresidente de la Generalitat Valenciana sigue generando controversia. Enfermo de leucemia, el último de los cuatro informes presentados por Zaplana concluía que el estado de salud del exministro corría peligro en la prisión de Picassent, donde permanece ingresado en modo preventivo desde el pasado día 24 de mayo por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación.

Incapaces hasta el momento de convencer a los forenses o a la jueza, la familia y la defensa de Zaplana acumula cuatro recursos rechazados en los que reclamaban su puesta en libertad o el arresto domiciliario como alternativa a su encarcelamiento. Un tuit del jefe de Sección de Hematología Clínica y de la Unidad de Trasplante Hematopoyético de La Fe, Guillermo Sanz, reabre el debate sobre el internamiento de Zaplana al hablar de "inhumanidad". "Los medicos no entendemos de Derecho y los jueces/as no entienden de Medicina y menos de leucemia (sic)" son las palabras que Sanz ha compartido en su cuenta de Twitter.

En respuesta a este tuit, el grupo de investigación perteneciente a la unidad de Hematología y Oncología Médica del Hospital Morales Meseguer ha apoyado la tesis del hematólogo de Zaplana, ya que consideran que debido a su estado de salud, su enfermedad y al reciente trasplante de médula al que fue sometido, son razones más que suficientes para excarcelarle.

Añaden, además, que la investigación en el campo de la Hematología y Oncología "no tiene que ver con la política". "Como médicos que conocen lo que significa un trasplante alogénico, defendemos el cuidado médico riguroso que necesitan estos enfermos. Tenemos un juramento Hipocrático que cumplir, la política no nos condiciona", han subrayado.

El hematólogo de Zaplana ya aseguró en el tercer informe médico "la probabilidad de presentar una infección grave con riesgo vital en los próximos tres meses es cercana al 100 %". "Un retraso de horas en su diagnóstico y tratamiento adecuado comprometería seriamente su vida", especificó en su momento Sanz, médico encargado de realizar el trasplante de médula al exministro, al tiempo que aseguraba que el tratamiento no se efectuaba "de forma inmediata debido a las carencias de personal facultativo" existentes en el centro penitenciario.

En septiembre, su familia aseguró que Zaplana había perdido ya ocho kilos en catorce semanas y estaba "muy mal" tanto física como anímicamente e insistió en que presentaría todos los recursos necesarios para que sea excarcelado.

Zaplana ingresó en Picassent después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia decretara prisión incondicional y sin fianza contra él por riesgo de fuga y destrucción de pruebas.

Dos días antes había sido detenido en su casa de Valencia, en el marco de una causa que investiga el presunto cobro de comisiones derivadas de la concesión de las ITV, realizadas en 1997 durante la gestión de Zaplana al frente de la Generalitat, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003.

El mismo día de su detención, Zaplana, de 62 años, fue suspendido de militancia en el PP mientras Telefónica, para la que trabajaba desde 2008 en su área de Asuntos Públicos, suspendió también su relación laboral con él.