La llegada de al menos 169 inmigrantes a la costa de Cartagena entre la jornada de este miércoles, la madrugada del jueves y la tarde ayer ha obligado a las autoridades a controlar el mar desde el aire. El rescate que se realizó de madrugada fue coordinado por el Centro de Sasemar en Cartagena, dependiente del Ministerio de Fomento, y en el mismo intervinieron las embarcaciones Salvamar Algenib; la Salvamar Mimosa; la patrulla Río Guadalentín de la Guardia Civil; y el buque Clara Campoamor de Sasemar. Además, decenas de voluntarios de Cruz Roja asistieron a los inmigrantes en su llegada a la estación naval de Santa Lucía, al filo de las ocho de la mañana de ayer.

El delegado del Gobierno en la Región, Diego Conesa, informó que Capitanía Marítima y la Guardia Civil, a través de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), estuvo haciendo ayer al mediodía un vuelo para comprobar in situ si hay barcos nodriza fletados por las mafias, que permanecen en las proximidades de la costa para lanzar más pateras al mar. Al término de esta operación, las pesquisas no arrojaron luz sobre la posibilidad de que hubiera más pateras. No obstante, Conesa afirmó que «se desconoce si en los próximos días puede volver a repetirse un episodio similar debido al buen tiempo y, precisamente por eso, se están haciendo los vuelos de reconocimiento». De hecho, al cierre de esta edición, la última de las embarcaciones se avistó a las cuatro de la tarde con diez inmigrantes a bordo a varias millas al sur de Cabo de Palos, en la misma zona donde fueron remolcadas a puerto las otras 14 embarcaciones que han llegado.

Hasta la fecha, en lo que va de año han sido interceptadas 388 personas a bordo de pateras en las costas de la Región. En 2017, la cifra estuvo cerca de las 2.100 personas, al incrementarse esta cifra considerablemente por la gran oleada que se registró en noviembre de ese año. De todos modo, Conesa confirmó que esta última tanda ha sido «la oleada más importante» de pateras que la Región ha registrado este año 2018, que en líneas generales ha sido «tranquilo».

Conesa atribuyó este desembarco a una cuestión meteorológica «fundamental», debido al «buen tiempo» de los últimos dos o tres días. El delegado también señaló que se da la circunstancia de que los días previos a la llegada de pateras ha coincidido con la celebración de una festividad en Argelia, por lo que «puede que hubiera menos seguridad» durante la pasada semana en tierras africanas .«Son aspectos que Capitanía Marítima valora como decisivos a la hora de desencadenar esta llegada», según el delegado. También hubo más pateras en otros sitios de España. Más información en la página 28.