En la presentación del documental usted definió a José Rabadán como una persona narcisista. ¿Qué le llevó a pensar eso?

Creo que era un joven que miraba mucho su estética hace 17 años, y que ahora la sigue mirando, pero sobre todo el rasgo narcisista es también la forma de posicionarse ante el mundo, y creo que a él no le disgustan los focos, le gusta ser el centro de atención. Cuando cometió el crimen, su cara era más bien sonriente, estaba disfrutando, y me preocupa mucho que ahora quiera volver a ser el centro de atención. Él me dijo en la entrevista que no era narcisista, pero le di a entender que se cuidaba bien, y que sobre todo se reflejaba en su personalidad. Rabadán puede comprender que es fácil manejar las situaciones, cree que tiene un gran control sobre su conducta y sus emociones, y que puede jugar con la de otras personas. En esa personalidad subyace la psicopatía y la insensibilidad, porque cuando hablas con él te das cuenta de que sabe transmitir bien, razona bien, es coherente en las formas y los contenidos, pero no es veraz porque no sabe transmitir emociones.

¿Él se conoce a sí mismo?

Rabadán tenía que haber sido convincente a la hora de explicar el sufrimiento, le pregunté si ha sufrido, porque mató a sus padres y a su hermana, y su contestación es muy esquiva, y me dijo que si se hacía esas preguntas se acabaría poniendo en riesgo. Tiene miedo a sufrir. Al final de la entrevista le pregunté si era consciente de la responsabilidad que tenía si volvía a cometer otro hecho así, porque se pondría en duda su rehabilitación, y me contestó: «Ni yo antes era tan malo, ni ahora soy tan bueno, yo no asumo esa responsabilidad».

Si Rabadán aceptara el sufrimiento, ¿sería plenamente consciente del acto que cometió?

Él ha buscado una escapatoria, una solución, y ha dado una respuesta, a veces muy esquiva, que explica que bajó el brazo con la catana ante su padre de forma automática, con una cierta despersonalización, como si no fuera él, eso es un mecanismo de defensa. Cualquier lector puede pensar que ahora empieza a profundizar en qué hizo, y él lo dice: «Me pondría en riesgo si lo aceptara, podría enloquecer, podría tomar una decisión irreversible». Hay patologías que se tienen y que luego desaparecen, porque al igual que tienes una depresión puedes superarla, pero en el caso de Rabadán existe un carácter psicopático, y la psicopatía no se tiene, se es, lo es, él tiene que volcarse en los demás ahora y tiene que hacer un trabajo por la sociedad. ¿Esto lo hace porque le gusta el foco mediático y está contento consigo mismo, e igual que antes recibió la atención por el mal, ahora quiere hacerlo por el bien?, es una posibilidad, pero también cabe la idea de que ahora quiera rehabilitarse para sí mismo y para la sociedad, exponiéndose a los medios, para que se vea hasta dónde llegó la maldad de un joven y que vean hasta dónde puede llegar ahora colaborando, mostrando su caso, y dar esperanza a la sociedad. No sabemos cuál es la verdad de las dos.

¿Esos mecanismos defensivos que ha adquirido durante su rehabilitación le impiden ahora ser emocional y entender lo que hizo?

Es un joven listo y que ha trabajado con psicólogos, y ahora no le sorprende nada. Pero es que para superar una psicopatía tienes que sufrir, tienes que llorar, compadecerte de ti mismo, cuestionarte.

El psicoanálisis establece tres mecanismos estructurales básicos para el ser humano: Neurosis, psicosis y perverso. ¿Por qué Rabadán no entra dentro de la psicosis?

Él no es nada psicótico. Para empezar, neurótico es una persona que tiene obsesiones, y hay muchos. Pero psicótico es un enfermo mental, es no saber lo que haces. Jose Rabadán ni es psicótico ni es neurótico. Yo hablo de psicopatía, de la dureza emocional que representa. No hay más que escucharle, en espacio, en tiempo, en memoria, en entender los dobles sentidos, las ironías, no es un enfermo. En todo caso, pudo ser en su momento un enfermo moral. Un psicopata hace aquello que le beneficia a él aunque cause dolor a los demás. A él le sobraban sus padres y su hermana, porque quería ser libre y dejar de estudiar.

¿Y por qué la propia sentencia del juicio refleja que tuvo una psicosis epiléptica idiopática?

La epilepsia le llevaría a realizar un hecho turbado. El hecho real es que lo que plantearon los dos psiquiatras de la defensa no está reconocido por el ámbito científico, no es creíble, porque no ha tenido ninguna crisis epileptoide. Ellos plantearon una cosa pero creo que estaban profundamente equivocados, es algo más simple, estamos ante un muchacho muy insensible, que tenía algunas broncas con su padre, y que se libró en un momento dado de ellos, eso responde a un cuadro de psicopatía.

¿Hubiera variado la condena si la hipótesis de la psicopatía quedara probada en la sentencia?

No hubiera cambiado mucho más. En menores, se tiende a que estén privados de libertad durante un tiempo y luego a probar un poco cómo rehabilitarlos, mediante una libertad vigilada. Hubiera cambiado muy poco el curso de la sanción.

¿Por qué se escuda José Rabadán en el tema de la religión?

Porque lo vive, ahí sí le creo. Con el tema de la hermana, culpó a Dios del nacimiento de la niña con síndrome de Down, a partir de ahí se metió en unos libros muy peligrosos para algunas mentes, satánicos, y eso que era una familia religiosa. Es llamativo que pase de una época satánica a lo contrario, ahora se ha ido a venerar a Dios y hacer cosas en favor de Dios. La puerta de luz y la de la oscuridad, ese cambio que dice que ha tenido siempre es preocupante, pero...

¿Cree en su rehabilitación, o que algún día podría llegar al 100% de ella?

Está muy trabajado por el centro de menores en el que estuvo, y el gancho de la comunidad evangelista en la que está le va bien. El proceso, en general, ha sido muy bueno, y espero y confío que le vaya muy bien. Yo creo que sí podría llegar en algún momento al 100% de rehabilitación, pero me parece muy atrevido que diga que si antes fue un psicópata, ahora ya no lo es. Él tiene que demostrar que es un buen esposo, un buen trabajador, un buen padre, y no debe cometer ningún error.

¿Si su hija hubiera nacido con síndrome de Down o cualquier otra enfermedad o trastorno, cree que podría reincidir amparándose en los mismos argumentos que dio entonces?

No lo sé, no puedo dar hipótesis en esa línea.

¿Cree que ha sembrado muchas dudas José Rabadán en este documental?

Tampoco lo sé, la gente ahora tiene que mostrar su impresión después de ver el documental. No sé si los ciudadanos le van a creer, lo que si sé es que no se van a conmover con él. Y desde luego yo tengo más interrogantes que certezas. No creo que mienta, pero no sé si lo que dice lo siente de corazón, a mí, por lo menos, no me lo ha transmitido. Tengo serias dudas.

Legislación "Que Rabadán convirtiera su vida en un espectáculo sería terrible para la Ley del Menor"

Legislación "Que Rabadán convirtiera su vida en un espectáculo sería terrible para la Ley del Menor"¿Consideró justa la sentencia?

La sentencia se ajusta a la ley del Menor que se aprobó antes del juicio, y con el cambio la condena máxima para estar internado en un centro de menores era de 8 años, y estuvo 6. La sentencia es la que es, y otra cosa es que la ciudadanía crea que es poca sanción, y es entendible. La ley es del año 2000, y cada vez que pasa algo dramático la sociedad pide que se cambie. Hablando con jueces, fiscales, psicólogos y forenses, ellos consideran que es muy buena ley. Si la sociedad quiere que se cambie, es trabajo ya de los diputados poder cambiarla.

¿Qué fallos cree que tiene la Ley del Menor ahora?

Cuando los jóvenes alcanzan los 18 años, los expedientes se anulan, se queman, desaparecen para que no queden reseñas de lo que hicieron antes de cumplir la mayoría de edad y solo quede la responsabilidad de lo que ha hecho cuando es adulto. ¿Y los chicos que han violado siendo menores?, ¿deberían mantenerse esos expedientes abiertos? Esta pregunta es para el legislador.

¿Habría que aumentar las condenas?

Si sancionar con más años garantiza que la gente cometa menos delitos, pues que se haga.

¿Cree que Rabadán puede sacar ahora algún beneficio después del documental?

Bajo ningún concepto él tiene que vivir de esto, de escribir un libro, o de hablar en una cadena de televisión, y de convertir esto en un espectáculo, porque sería terrible para él y para la Ley del Menor.