El sector agrícola no termina de levantar la cabeza. En plena campaña de fruta de verano, el Gobierno ruso anuncia que va a prorrogar un año más -el cuarto- el veto a la entrada de productos europeos; y, en paralelo, el Tribunal Europeo se descuelga con un dictamen en el que considera contraria al derecho europeo la legislación española que prohibe la venta a pérdidas, es decir, por debajo de los costes de producción.

«No exageramos nada cuando advertimos de que estas medidas, sin ningún apoyo serio de la Unión Europea, ponen en peligro la soberanía alimentaria de la Unión Europea», subraya Antonio Moreno, secretario de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Murcia.

En el caso del informe del Tribunal de la UE, ha sido el Abogado General de la Unión Europea, Henrik Saugmandsgaard, el que echa por tierra la legislación española, y para la UPA «no se puede consentir que un organismo europeo defienda a unos pocos frente a la mayoría, fomente el abuso en la cadena comercial y nos ponga en manos de cuatro especuladores».

Por lo que «no vamos a aceptar que ahora se pongan en entredicho los avances de los últimos años en pos del reequilibrio de la cadena agroalimentaria en España y en toda Europa».

Miguel Padilla, presidente de Coag en la Región, teme que este informe eche por tierra la intención del Comisario Europeo de Agricultura de poner en marcha una Ley de la Cadena Alimentaria como la española, incluyendo la prohibición de la venta a pérdidas.

En el caso del veto ruso, los pequeños agricultores rechazaron el que la UE «tenga una posición laxa».

«Seguimos pagando el plato roto los agricultores pese a que el problema es netamente político» y, a cambio, no hay una política europea que les eche una mano, por ejemplo, para abrir nuevos mercados.

En este mismo sentido se pronuncian desde la Interprofesional del Limón, Ailimpo: «Las medidas extraordinarias aprobadas por la Comisión Europea para compensar las pérdidas en el sector hortofrutícola, no son ayudas directas en ningún caso, sino a las retiradas para equilibrar los mercados», indica el director general, José Antonio García.

Por ello, reclama un plan de trabajo específico de la UE con presupuesto adecuado «que permita de manera efectiva abrir y consolidar nuevos mercados, y que contemple la compensación de las pérdidas acumuladas».

Muchos en el sector ya empiezan a pensar que el mercado ruso estará cerrado por un periodo de tiempo «más largo que corto», de ahí la importancia del apoyo europeo.

El secretario general de Asaja, Alfonso Gálvez, tacha el anuncio de la prórroga del veto de «enorme atropello al sector», y aboga por «acciones diplomáticas más intensas» que acaben con este bloqueo.

«No podemos permitir que este embargo comercial siga perjudicando año tras año a nuestro sector», concluye.

Y desde Coag, Padilla insiste en la falta de medidas «excepcionales» de la UE para paliar las graves consecuencias de la pérdida de este importante mercado, sobre todo para la fruta temprana.