Miguel Ángel Revilla llega hoy a la Región, para presentar su libro Ser feliz no es caro y para asistir, mañana, a la jornada de Anpier. Valora como felicidad el cariño que recibe de la gente. «Bárcenas o Blesa no se pueden tomar una cerveza en una terraza, porque les insultarían»

­Presenta usted hoy en Murcia el libro Ser feliz no es caro. ¿Cuánto cuesta la felicidad?

Depende de las pretensiones que cada uno tenga en la vida, y eso depende de la genética y de los orígenes. Si tú quieres tener varias casas en Marbella, otras tantas en Madrid, otra en Baqueira para esquiar.... Pues para eso necesitas mucho dinero, como Bárcenas. Pero en cambio yo, con 74 años, he sido relativamente feliz, porque la felicidad absoluta no existe, porque mis hobbies cuestan poco dinero: la pesca, convivir, hablar con los amigos... Para mí es importante cuando la gente se me acerca por la calle, me saluda y me da una palmada en la espalda. Bárcenas o Blesa no se pueden tomar una cerveza en una terraza, porque los insultarían, yo el primero. Estoy en una etapa que puedo decir lo que pienso y, lo más importante, ser coherente con lo que pienso y digo.

También asistirá a la jornada de los productores de energía renovables, a los que usted ha apoyado. ¿Puede cambiar la situación con el nuevo ministro?

Hablamos de personas que han sido estafadas por el Estado. Se ha llevado a la absoluta ruina a 72.000 familias. No soy optimista porque el ministro que ha entrado está en la línea del anterior, pero a lo mejor les obligan desde Europa, porque hay gran cantidad de recursos que se van a resolver muy pronto. En Alemania les debe llamar la atención que aquí utilicemos solo el sol para ir a la playa. No entiendo porqué España no apuesta por la energía solar. Hay que utilizar las energías renovables porque nos estamos cargando el planeta.

Hoy (ayer para el lector) ha sido el acto oficial de Constitución de las Cortes y se le ha visto charlando con el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez. ¿De qué han hablado? ¿Qué opinión tiene de él?

Le conozco poco. Sabe que voy a Murcia, se me ha acercado y se ha ofrecido a hacer de anfitrión, a llevarme a comer. Ha sido muy atento conmigo, pero yo le he dicho que en Murcia estoy en manos de Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de Anpier, a quien conozco desde hace más de doce años. Es la primera vez que voy a Murcia, he viajado muy poco. ¡Tampoco he ido a Granada! Eso sí, me ha llamado la atención ver lo difícil que es llegar a Murcia desde Cantabria. Hay que hacer más transbordos que para ir a Buenos Aires.

¿Cómo ve la situación del país?

Ahora es todo Mariano. El PSOE se ha pegado un tiro y calculo que pasarán años para que se recupere. Mariano Rajoy, al que he criticado mucho sobre todo por la corrupción, puede hacer lo que le dé la gana. Si le tocan las narices, en cuatro meses a las urnas. Estamos en una etapa marianista, aunque espero que haya aprendido de estos años y que no le diga siempre amén a Merkel. Que se marque al frente de la políticas contra el austericidio. ¡Yo no puedo dejar que un cántabro se muera porque no puede pagar los medicamentos!