Los regantes se rebelan contra las recomendaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que ha aconsejado reducir la siembra de hortalizas este otoño y aplazar las inversiones en proyecto, en previsión de que haya que reservar el agua para mantener los árboles, tal y como informaba ayer LA OPINIÓN. Mientras que los regadíos tradicionales entran en situación de prealerta, las organizaciones agrarias tratan de conseguir un riego de socorro para salvar el arbolado del Campo de Cartagena y están dispuestas a movilizarse si no consiguen el agua.

Ante el fantasma de las restricciones en los riegos de las vegas del Segura, los agricultores recuerdan que llevan varias décadas esperando un Plan Hidrológico Nacional y reprochan a los partidos que olviden sus promesas. Exigen a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que deje de bloquear hasta la compra de agua a otras comunidades de regantes y evite las trampas en la aplicación del Memorándum del Tajo. La declaración de prealerta en los regadíos tradicionales del Segura acrecienta la desesperación de los agricultores, que se sienten acosados por las limitaciones impuestas al Trasvase con las nuevas reglas de explotación y la clausura de los pozos de aguas salobres del Campo de Cartagena. Las organizaciones agrarias añaden que también el Guadalentín está al límite.

El presidente de Coag, Miguel Padilla, se lamentaba ayer de que el regadío es «un auténtico caos» y reprochaba a los partidos mayoritarios que, pese al déficit reconocido en el plan de cuenca del Segura, no hayan hecho nada por evitar que la sequía haya conducido a «una situación catastrófica. Es verdad que hay una sequía y que estamos en una zona en la que llueve poco, pero creo que no se ha resuelto nada en casi treinta años. Los políticos no han dado soluciones». Padilla reclama al Ministerio el desbloqueo de los acuerdos con las comunidades de regantes de Castilla-La Mancha que pueden ceder sus derechos y vender caudales a los regantes del Acueducto, como Estremera. El presidente de Coag recordaba que la Administración no ha sido capaz de aportar ninguna solución «desde que llegó el Trasvase», a principios de los años 80.

También Asaja criticó el incumplimiento de las promesas que han venido haciendo los partidos mayoritarios, «a pesar de que él déficit estructural de la cuenca está reconocido como un mal endémico», y advertía de que «si no se puede abastecer a los clientes de países como Reino Unido o Francia» se pone en peligro el mantenimiento de los mercados exteriores. No obstante, Asaja comparte con la CHS la necesidad de actuar con «coherencia y sensatez» a la hora de plantar, para «vertebrar» la producción y evitar que se saturen los mercados, porque «cada vez que un producto consigue buenos precios un año, todo el mundo se lanza a plantarlo».

El representante de UPA Antonio Moreno tachó de «alarmistas» las recomendaciones de la CHS y apuntó que en las vegas del Segura apenas si hay hortalizas que puedan dejar de plantarse para ahorrar agua, porque predomina el arbolado. Moreno considera que los problemas más graves están en el Trasvase, que atraviesa una situación muy complicada por culpa del Memorándum, «que es el gran engaño a los agricultores».

También el representante de la Vega Alta del Segura y presidente de la Junta de Usuarios del Segura, Isidoro Ruiz, acusa al Ministerio de hacer trampas al aplicar las nuevas reglas de explotación establecidas en el Memorándum para enviar los 20 hectómetros cúbicos mensuales que corresponden al ´nivel 3´, en lugar de los 38 del ´nivel 2´. Según las estimaciones de Isidoro Ruiz, si la Confederación del Tajo devolviera los caudales retenidos durante los últimos meses a los regantes del Trasvase por una aplicación errónea, se aliviarían las tensiones que atraviesan los regantes del Acueducto.

El representante de la Vega Alta ve razonable que se dosifiquen las siembras para administrar con cautela las reservas almacenadas en los pantanos del Segura, que ascienden a 306 hectómetros cúbicos según los cálculos del presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas, pero considera precipitada y «alarmista» la declaración de prealerta en el Segura. Isidoro Ruiz cree que la CHS debería haber esperado a que pase septiembre, dado que las primeras lluvias de otoño pueden aportar caudales a los pantanos, e informar a sus órganos de gobierno.