«Lo que nos impulsó fue el vídeo que compartió el Daesh sobre la destrucción del Museo de Mosulvídeo que compartió el Daesh sobre la destrucción del Museo de Mosul, en Irak, nos causó mucho daño». En las imágenes a las que se refiere el arqueólogo e investigador norteamericano de la Universidad de Murcia Matthew Vincent, miembros del llamado Estado Islámico acababan con milenarias estatuas de la época asiria (siglos VIII y VII a. C.). Ese, recuerda Vincent, fue el detonante que les movió, a él y a su compañero Chance Coughenour, a crear 'ProjectMosul', una web rebautizada ahora como Rekrei en la que, gracias al trabajo colaborativo de centenares de personas, expertos en patrimonio digital recrean, a partir de un ingente archivo fotográfico, enclaves arqueológicos e incluso piezas históricas que ya no existen en la realidad.

El yacimiento de Palmira, en Siria, es uno de los lugares desaparecidosyacimiento de PalmiraSiria en el presente que más atenciones se lleva en la página web. Su destrucción también fue obra del Daesh y, gracias a Rekrei, en cualquier lugar del mundo ahora es posible ver con gran detalle el icónico león que custodiaba la entrada al Museo de Palmira, una pieza de varias toneladas y de gran envergadura; los relieves del templo de Bel, centro del poder religioso de la ciudad, o algunas tumbas-torre con más de veinte siglos de antigüedad. Pero, «aunque Oriente Medio es de donde más fotografías se reciben», el proyecto Rekrei va más allá: en su web se puede ver una gran reproducción de la Plaza Durbar, de Katmandú, antes del terremoto que azotó Nepal en abril de 2015. Los usuarios también pueden perderse en los detalles de la puerta de la estación de tren Rossio, de Lisboa, o examinar vestigios de la Civilización Maya.

Lion of Al-l?t

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Matthew, su compañero Chance y los centenares de colaboradores de Rekrei realizan esta labor «por amor al arte», cuenta Vincent en una conexión digital desde Trento, donde se encuentra este verano ampliando sus investigaciones. «La idea es que la gente ayude a 'reconstruir' los lugares que ya no existen», continua, «aunque solo tenga un valor testimonial».

Se refiere el arqueólogo a que las imágenes en tres dimensiones que se elaboran a través de la web no tienen gran utilidad para estudiar los enclaves o las piezas destruidas: «El arqueólogo tiene que investigar sobre la pieza real, el aspecto visual no lo es todo. Sin embargo, sí puede servir en artes, para que una persona vea la evolución de las formas o de los volúmenes». Y, por supuesto, son de gran utilidad para que cualquiera pueda hacerse una idea de cómo eran esos lugares: «Lo más importante es que se pueda 'ver' el pasado. Si el terremoto de Lorca hubiera destruido su castillo, se podría recuperar a través de fotos, que tras una agrupación lógica y después de procesarlas, se suben a una plataforma similar a Youtube, pero de elaboraciones 3D para que todos la puedan consultar». Añade que ni las nuevas impresoras 3D servirían para nada en este caso, porque imprimir algo significaría «que no es real. Entonces, ¿de qué sirve?», se pregunta.

Destruir la Historia

Para Matthew Vincent, el Daesh tiene un claro propósito al destrozar estos lugares: destruir con ellos también la Historia. «Hacer esto con el patrimonio es un intento de sobreescribir la Historia, borrar el pasado para dejar una huella nueva. Ellos intentan hacer desaparecer lo que no quieren que exista», apunta. Además, «hay un claro interés de hacer sensacionalismo; la gente parece que reacciona más a la destrucción del patrimonio que a las muertes de otros seres humanos», indica el arqueólogo. Los datos de la web certifican el interés del que habla: hasta el momento cuentan con 116 procesos de reconstrucción; 5.465 imágenes clasificadas, que en el futuro formarán parte de nuevos proyectos, y 1.972 instantáneas más que precisan ser analizadas. Las reconstrucciones ya terminadas, y que están a disposición de cualquier internauta, suman cuarenta y seis.

El proyecto nace en la Región

Matthew Vincent y Chance Cougnhenour alumbraron el proyecto Rekrei durante la estancia del primero en la Región de Murcia. El investigador, que el próximo curso regresará a la Región para terminar su doctorado, está becado en un proyecto europeo de patrimonio digital y reconoce que el buen desarrollo de la web se debe a alguna que otra «casualidad»: «Resulta que el decano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia, Mariano Flores, es un experto en realidad virtual. Cuando comenzamos con 'ProjectMosul' nos vino muy bien tener a un gran profesional que nos pudiera aconsejar y guiarnos», reconoce, antes de aclarar que «la web es un proyecto ajeno a la universidad, pero él nos ayudó mucho y puso a nuestro alcance todo el material de la facultad que nos pudiera hacer falta para llevarlo a cabo».