El sector de la hostelería en el Mar Menor teme que las noticias sobre la contaminación de la laguna trasciendan las fronteras y, además de producir cancelaciones de las reservas existentes, pueda perderse la oportunidad de atraer a nuevos clientes, rebotados de otros destinos donde hay menos seguridad -los países árabes, por ejemplo-.

«Por ahora no tenemos constancia de que esté ocurriendo y las reservas van a buen ritmo, pero eso no quita que estemos preocupados y haya miedo en el sector», explicó la presidenta de la Asociación de Hosteleros del Mar Menor (Hostetur), Mª del Mar Martínez.

Los hosteleros han mantenido reuniones con los distintos departamentos de la administración regional implicados -Turismo, Agricultura y Medio Ambiente y Fomento- y con técnicos «y tenemos la sensación de que por fin se van a tomar cartas en el asunto».

Martínez quiso puntualizar que la salubridad de las aguas del Mar Menor es «incuestionable», pues «hemos realizado análisis y todos han dado que son aptas para el baño», y que alguna queja que han recibido de los turistas se centraban en su turbiedad.

Plan de Gestión

«Por ahora no damos por perdida la campaña, e incluso tenemos muchas esperanzas en las perspectivas de la misma puesto que España se ha convertido en el destino preferido por la seguridad frente a otros países», apuntó la presidenta de Hostetur, y añadió que las plazas turísticas más consolidadas están llenas, y Murcia, que es la gran desconocida, tiene muchas posibilidades de captar nuevos clientes».

Por su parte, la consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, anunció ayer que el día 24 saldrá a información pública el nuevo Plan de Gestión del Mar Menor, que ha recogido las alegaciones recibidas por distintos colectivos desde el pasado verano. El nuevo documento también se adapta a la Red Natura 2000 y a la Ley de Biodiversidad. La consejera, que quiso lanzar un mensaje «de tranquilidad» a los usuarios del Mar Menor, apuntó que se va a poner en marcha a corto plazo un tratamiento experimental de bioelectrogénesis en origen para eliminar el contenido de nitratos de la aguas de riego; y que en no más de un mes el sistema de colectores de vertidos de aguas salobres procedentes de la agricultura pueden estar funcionando. «Los agricultores son los primeros que quieren solucionar el problema», dijo Cachá.