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Estudio

Basura espacial, algo más corriente de lo que se piensa

Más de 620.000 objetos orbitan en el espacio y cada semana caen algunos sobre la Tierra

Más de 600.000 objetos de menos de diez centímetros y unos20.000 de mayor tamaño orbitan en el espacio, son restos de satélites y cohetes que ponen en riesgo las misiones espaciales y que cada semana caen sobre la Tierra, aunque en el 99,9 por cien de los casos se desintegran al entrar en la atmósfera.

Precisamente, lo raro es lo que ha ocurrido en los últimos días en Calasparra y en Alicante, donde esta misma semana se han encontrado restos de chatarra espacial procedentes de algún satélite o cohete, y lo que hoy mismo se ha confirmado en Cuenca.

Hace diez días saltaba la noticia: un pastor había encontrado una extraña bola negra en el paraje de los Llanos del Cagitán, en Calasparra. Le dieron vueltas, pero no fueron capaces de saber de qué se trataba. Un amigo de los pastores, con una simple búsqueda en Google difundió la conclusión de que estábamos ante basura espacial en su cuenta de Facebook y la noticia se hizo viral. Los Tedax de la Guardia Civil confirmaron un día más tarde que se trataba de restos de algún objeto espacial, probablemente los restos de un depósito auxiliar de combustible de un cohete espacial o de un satélite. Días después, el pasado domingo, otro hallazgo volvió a despertar la curiosidad en la zona, y una cierta inquietud, ya que muchos no podían evitar pensar en las consecuencias de que uno objeto así pudiera caer sobre una persona, una vivienda o un vehículo ocupado por alguien. Las probabilidades de que algo así ocurra son mínimas, como confirman los expertos.

De nuevo aparecía una esfera metálica de aproximadamente un metro de diámetro, hueca y recubierta de un material resistente al fuego en pleno campo de Calasparra. La voz de alarma la dio el dueño de la finca. Ambos objetos aparecieron separados por unos doce kilómetros de distancia. Los expertos de la Guardia Civil creen que podrían formar parte del mismo cohete y no se descarta que puedan aparecer más.

En Calasparra, son muchos los que aseguran que días antes de que apareciera el primero de los objetos diferentes ciudadanos vieron varias bolas de fuego caer del cielo, así que en la zona muchos creen que podría haber más basura espacial en algún paraje a la espera de ser descubierto. Para tranquilidad de la población, los expertos descartan que el artefacto pueda ser radiactivo.

El último de los objetos apareció hace pocos días en un campo agrícola de Elda (Alicante). Era una pieza metálica de cuatro metros de longitud parcialmente calcinada.

El objeto, estudiado por expertos en navegación aérea, tenía los bordes metálicos deteriorados por el impacto contra el suelo y fue hallado en las Barrancadas, un término municipal no muy distante de las zonas en las que habían aparecido los objetos en la Región de Murcia.

A estos objetos se une el encontrado el lunes en Cuenca por un agricultor. Tiene un peso de unos 20 kilos y, por sus características, la Guardia Civil espera que cree que también puede tratarse de basura espacial.

Pero ¿hasta qué punto es normal esta lluvia de chatarra? y, sobre todo, ¿es peligrosa?.

El director general de Elecnor Deimos, Miguel Belló, explica que actualmente hay unos 17.000 objetos de más de diez centímetros orbitando la Tierra .

Antes o después, todos ellos atravesarán la atmósfera terrestre porque "lo que se pone en órbita baja, es frenado por la atmósfera hasta que cae. De hecho, todas las semanas caen objetos pero casi todos se desintegran, salvo los que están hechos con material refractario, nuclear o los grandes acoplamientos".

El seguimiento que se hace de todos estos objetos es intenso: "Sabemos más o menos dónde van a caer, y cuándo lo van a hacer, pero nunca se alerta a nadie porque en el 99,9% de los casos se desintegran. De hecho, lo que ha pasado en Murcia es raro. Lo normal es que las piezas de basura se desintegren al entrar en contacto con la atmósfera", explica el responsable de esta empresa.

Elecnor Deimos forma parte del Space Survillance Tracking (SST), un programa diseñado para localizar y supervisar la trayectoria de los desechos espaciales y alertar a los operadores de satélites y a las administraciones públicas de los riesgos de una posible colisión, así como de las llamadas 're-entradas no controladas'.

Sistemas como este han hecho posible que nunca se haya registrado ningún accidente o herido desde que hay satélites en órbita. De hecho, "hay más probabilidades de que te caiga un rayo que sufrir una accidente causado por basura espacial", asegura Belló.

Los que, por el contrario, sí corren riesgos son los astronautas y las misiones porque "a 25.000 kilómetros por hora, una partícula de pintura puede matar porque perfora el traje", aunque el mayor peligro lo corren los satélites.

"Nosotros tenemos dos operando: el Deimos I y Deimos II, tenemos que maniobrar cada cierto tiempo para evitar chocar con basura espacial" y se han perdido misiones espaciales por esta causa", explica.

Sin embargo, insiste Belló, "el riesgo de colisión con la Tierra es muy bajo. Sólo hay dos antecedentes en la historia que pudieron crear problemas, la caída en los años 1970 de parte de un cohete Cosmos, cargado con energía nuclear, y otro en los Ándes, aunque en ambos casos cayeron en áreas despobladas", recuerda.

De hecho, "tenemos a nuestro favor que tres cuartas partes de la Tierra son agua y que sólo el uno por ciento de los continentes está poblado, lo que significa que hay una gran probabilidad de que no ocurra nada", tranquiliza Belló a quienes están algo preocupados por lo que cae del cielo.

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