Entró a formar parte de Amefmur hace 16 años, a través del Fórum de Jóvenes, y desde 2013 ha sido tesorera de la asociación. Ha sustituido en la presidencia a Isabel Sánchez, que dimitió hace un mes.

Como presidenta de Amefmur y como socióloga, ¿en qué situación ve la Región?

Creo que vivimos en una región privilegiada, Murcia lo tiene todo, pero le falta una cosa, que nos lo creamos y que lo sepamos vender. Necesitaríamos salir fuera para gritarlo. De hecho, en otros países lo están viendo y por eso se está exportando tanto. Están viendo la riqueza que hay aquí y los productos que tenemos. ¿Que nos falta agua?, habrá que luchar por conseguirla. Esto va a ser el problema en los próximos diez años, con el empleo, el sol y los cambios climáticos. Habrá que luchar, y cuando tengas previsto el plan para este año, pues pensar en el siguiente e ir ganando terreno. Es como una empresa. Mis amigos dicen que yo lo veo todo igual, pero mi casa es una empresa y mi familia es una empresa. Hay que profesionalizarlo todo y crear marca.

¿Cree que la Región no tiene marca propia?

Necesitamos transmitir nuestra denominación de origen. Cuando vas por ahí ves que todo tiene su denominación de origen. Murcia tiene vino, fruta, verdura, arroz, sol y playa. Es un paraíso, pero falta que lo explotemos, hacer una campaña de marketing.

¿Alguna vez se ha planteado dedicarse a la política y poner en marcha todos estos planes?

Nunca me lo he planteado. Tampoco se ha acercado ningún grupo a preguntarme si quiero ir con ellos en sus filas.

¿Con qué expectativas llega a la presidencia de Amefmur?

Mis expectativas no son muy grandes, pero sí son muy claras. Conozco la asociación, porque llevo dentro muchos años y sé lo que han hecho los anteriores presidentes. La han puesto en un lugar muy relevante en la Región, y mi labor ahora que cojo el testigo es continuar con eso y potenciarlo aún más. Es muy visible, y se trata de transmitir el valor que tiene la empresa familiar en Murcia y lo que representa para que lo reconozca la sociedad. También pretendo que las empresas familiares que no están con nosotros, si no se asocian, que al menos tengan ese espíritu y podamos ver en qué se les puede ayudar.

¿Pretende captar más empresas desde Amefmur?

En eso estamos, en que la familia se haga más grande e incorporar nuevas empresas asociadas que confien en nosotros y vean lo que se les puede aportar, desde protocolos de actuación a asesoramiento en cuestiones familiares. La asociación también es un punto de encuentro entre los empresarios que ponen en común su experiencia y los problemas que tienen. Tenemos algunas muy representativas y muy importantes, pero la problemática es muy similar. Y conforme van pasando generaciones, va complicándose.

¿Los protocolos no están resolviendo la sucesión?

Acabo de hablar con un proveedor nuestro del norte que me ha contado su experiencia como gerente de una empresa cuando ha tratado de dejar a su hijo en el puesto al jubilarse. Al final las demás ramas de la familia se han negado y el chico se ha tenido que salir de la empresa, que ha buscado a otro gerente. Aunque vamos avanzando, la empresa familiar es un ente vivo. Te planteas que vas a controlar la situación, pero luego hay otro escenario, otro y otro, y no te da tiempo a controlarlos todos cuando se abre la caja de Pandora. Por eso hay que profesionalizarla.

¿Tener una dirección de compras es una forma de profesionalizar la empresa?

Es muy importante en las empresas, no por el concepto de comprar, sino porque crea procesos que tiene que atravesar toda la empresa. Cuando no hay un responsable de compras, es El camarote de los hermanos Marx, todos compran como en reinos de taifas. Además, el comprar tiene glamur y todo el mundo quiere hacerlo. Hay que tener un procedimiento para que las compras sean transparentes. El proceso es extrapolable a la Administración. Solo hay que poner sentido común.