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"La cocina es el lenguaje más bonito para aprender"

"La cocina es el lenguaje más bonito para aprender"

Miguel Maestre tiene 34 años. Oriundo de Murcia, está afincado en Australia, donde es toda una estrella mediática en el mundo culinario. Aunque empezó regentando dos restaurantes, El Toro Loco y Aperitif, ahora se dedica a la televisión. Sus programas de cocina The Living Room, Miguel Feasts, Boys Weekend y Miguel´s Tropical Kitchen, son todo un éxito, dentro y fuera de Australia. Miguel recibirá en Sydney el 23 de octubre la Cruz del Mérito Civil que otorga el Rey.

Lo primero, ¿cómo se siente por haber recibido este premio?

Es un honor representar a España y a Murcia aquí, en Australia. Cuando me dieron la noticia me sentí muy orgulloso y lleno de alegría. Esto no es algo que pasa todos los días.

¿Sabía que es el cuarto cocinero en recibir este galardón tras nombres tras importantes en la cocina española como Juan Mari Arzak, Santi Santamaria y Ferrán Adriá?

No lo sabía, pero menudos exponentes internacionales. Yo considero a Ferrán uno de mis ídolos.He tenido el placer de conocerlo aquí en Sidney cuando presentó su libro Un día en El Bulli. Cené con él en un restaurante muy famoso en esta ciudad que se llama Tetsuyas, propiedad de un amigo común. Luego, tuve el honor de coincidir con él en el restaurante Quay, que es probablemente uno de los más galardonados de Australia. Allí me invitó a visitar su cocina en España y cuando fui me hizo sentir como uno más de esa gran familia que es El Bulli. Allí conocí a cocineros excepcionales como Eduard, Marc, Oriol y Mateu, que me enseñaron el proceso de la maravillosa y única en el mundo que es la cocina de Adriá.

¿Qué destacarías de esta experiencia en el mundo de Adriá?

La experiencia que tuve allí me dio fuerzas para seguir adelante y fue entonces cuando decidí abrir mi primer restaurante, El Toro Loco, que se convirtió en el restaurante español más grande de Australia.

¿De dónde le viene la inspiración?

Mi inspiración siempre viene a través de las reacciones de los clientes, de las personas para las que cocino. Cuando haces a alguien feliz por medio de la comida y la transformas en una experiencia.

¿Por qué la cocina y no otra profesión?

Por vocación innata. Porque me encanta y porque la cocina es el lenguaje más bonito que se puede aprender. Por mi pasión por cocinar.

Australia está muy lejos de Murcia. ¿Por qué irse tan lejos de su tierra para ejercer su profesión?

Porque la vida es una caja de sorpresas y yo siempre he sido muy curioso y aventurero.

Sus comienzos en el mundo de los fogones fueron en Escocia. ¿Cómo fue aquella experiencia?

Cuando llegué a Edimburgo no sabía ni siquiera hablar inglés y me costó mucho trabajo encontrar un trabajo en la cocina, porque no podía comunicarme con nadie. Empecé lavando platos y trabajando de maître para sobrevivir. Paralelamente, trabajaba gratis en otros restaurantes para aprender. No me arrepiento de nada porque cada patata pelada, cada gamba que he limpiado, me ha permitido llegar a ser el cocinero que soy hoy. Y desde ese momento hasta ahora ha sido una experiencia emocionante, llena de altibajos, que me han hecho entender el mundo culinario como un estilo de vida.

¿Cómo definiría su cocina?

Simple, fresca, saludable, divertida, familiar y verdadera.

¿Cuáles son sus platos favoritos y cuáles los de sus clientes?

Inventé mi propia receta de churros y siempre han sido un éxito, el arroz negro 'a la maestre', mis croquetas de bacalao, tigres, empanadas, pastel de la cierva, tarta de Santiago, manitas de cerdo rellenas, jamón de pato... Me harían falta 100 hojas más para seguir con los platos.

¿Le gustaría volver a España y en concreto a Murcia?

Me encantaría. Hecho de menos mis raíces todos los días, pero mi vida y mis proyectos en Australia no me dejan mucho tiempo libre.

¿Tienen los programas culinarios tanto éxito en Australia como en España, por ejemplo?

Sí. En Australia tenemos también una versión de Master Chef, programa en el que yo he colaborado en un par de ocasiones. Y yo tengo varios programas que funcionan muy bien por todo el mundo como The Living Room, Miguel's Kitchen, Boy's Weekend and Miguel´s Tropical Kitchens. La revolución culinaria en los medios televisivos es fascinante y mueve masas en todo el mundo.

¿Ha incorporado algo de la cocina australiana a sus menús? ¿Ha hecho fusión?

La verdad es que siempre intento respetar las raíces de la cocina. Soy un chef bastante tradicional, pero el término fusión es lo que mejor define a la cocina australiana. Aquí la gastronomía es una convergencia de culturas de todo el mundo. Mis cocinas favoritas son la española, la italiana, la griega y la marroquí. Pero también me gustan mucho los sabores exóticos, como los de La India, Thailandia, Líbano, Malasia y, por supuesto, África.

Dada la situación laboral en España, ¿animaría a los jóvenes cocineros a irse a Australia, por ejemplo, a probar suerte?

Claro que sí, yo me fui de España con la maleta llena de sueños y la cartera vacía y no me fue fácil. Pero aprendí inglés y también a cocinar y cada vez que salgo a la calle es un nuevo desafío. Nunca me desanimo, porque los españoles somos gente con pasión y corazón, con coraje y soñadores y nada nos puede parar. Sólo que hay que echarle un par de huevos.

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