Los casos de anorexia y bulimia son cada vez más frecuentes entre menores de 14 años y mayores de 45; lo que se significa que el perfil de los afectados por estos trastornos de la alimentación está cambiando, porque, además, ya no afectan solo a mujeres, sino que cada vez son más chicos que tienen estos problemas con su cuerpo. Los datos los dio ayer la asociación Adaner, que trabaja en Murcia atendiendo a los afectados durante la presentación de un libro titulado Niños perdidos, un relato escrito por la periodista segoviana María Casas en el que, a través de su propia experiencia, cuenta en qué consisten estas enfermedades «sobre las que todavía hay mucho desconocimiento e incompresión, apunta la autora.

La asociación atiende cada año entre trescientos y cuatro cientos casos en diferentes fases de la enfermedad. No hay datos estadísticos regionales, explican desde Adaner, que hace su análisis en función de los afectados que llegan a su sede.

Los profesionales de la asociación trabajan con los enfermos tres pilares básicos: autoestima, alimentación equilibrada, relación con el cuerpo. Es decir, aprender a aceptarse.