La riqueza ecológica del área del Parque Natural de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas es incalculable y recuperar la biodiversidad de las cerca de quinientas hectáreas quemadas llevará, en el mejor de los casos, décadas. La vegetación de la zona tiene una especial capacidad para recuperarse por sí sola, pero las llamas arrasaron la madrugada del viernes terreno que ya había sufrido una decena de incendios, aunque mucho más pequeños, en los últimos quince años y los expertos temen que, en esta ocasión, haya problemas para la recuperación de las especies que allí crecen y que son únicas en Europa. Su singularidad ha hecho que la zona esté declarada como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y que fuera propuesto para ser nombrada Reserva de la Biosfera por la Unesco.

«El fuego ha quemado pinos tan pequeños que no tenían piñas porque eran muy jóvenes y no podrán reproducirse», explicó ayer a esta redacción el ecologista y profesor de la Universidad de Murcia, Miguel Ángel Esteve. Tras pasar buena parte de la mañana viendo los daños sobre el terreno, Esteve tiene claro que estamos ante «el peor incendio del litoral de la Región en la historia» y ante un daño ecológico que podría ser irreparable «en la joya del paisaje murciano». Según su observación, se ha quemado un 20% del espacio protegido por el Parque Natural y algunos de los daños más importantes los ha sufrido la población de los árboles conocidos como sabinas moras y que solo crecen en esa zona del litoral. «El 35% de los sabinares se ha quemado y también han sufrido daños importantes los pinares, los palmitales y los cornicales», cuenta Esteve, muy preocupado por la capacidad de recuperación que tendrá la zona. En su opinión, no será hasta el próximo otoño cuando se puedan hacer estudios que determinen si la zona tendrá una regeneración natural. Las áreas de bosque de los sabinares y el pino carrasco suelen tardar, si todo va bien, entre cuarenta y sesenta años en recuperarse, mientras que los arbustos, lo hacen en quince o veinte años.

Un tesoro

La biodiversidad del Parque Natural de Calblanque, Peña del Águila y Monte de las Cenizas es tan especial porque allí se encuentran especies que solo crecen en el norte de África. «Nosotros tenemos aquí un tesoro de la vegetación iberoafricana», insiste Miguel Ángel Esteve. La sabina mora o ciprés de Cartagena es una de las joyas del ecosistema, en el que también hay especies de gran valor como palmitos, artos, cornicales y aliagas. Pero también hay orovales, lavandas, bayón, tomillo, orquídeas...

Pedro García, portavoz de la organización ecologista Anse, apuntó también que el incendio podría afectar gravemente a la fauna de la zona que, aunque «suele sobrevivir bien a los incendios», podría tener dificultades a la hora de encontrar alimentos, ya que el fuego está arrasando un área de varios cientos de hectáreas.