El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia acaba de renovar a su directiva y el hasta ahora presidente, José Miguel Pelegrín, ha cedido el testigo a Ana Belén Almaida, que dirigirá la institución haciendo especial hincapié en la importancia de la prevención para preservar la salud visual.

¿Cómo acoge la nueva etapa profesional y el cargo de presidenta del Colegio de Ópticos?

Lo cierto es que con mucha ilusión y ganas de hacer cosas por esta profesión. En el equipo continúan algunos de los miembros que ya estaban y otros han entrado nuevos, por lo que aprovecharemos la experiencia de los primeros.

¿Continuará con la línea de trabajo de José Miguel Pelegrín o tiene previsto hacer un giro?

José Miguel ha hecho grandes cosas y pretendemos continuar con los proyectos que él ha puesto en marcha. Uno de nuestros objetivos es poder estar presentes en la Sanidad pública y que se cree la figura del óptico-optometrista, tanto en centros de especialidades como en los hospitales, ya que no existe y la consideramos necesaria.

¿Cuáles son los problemas visuales que ven con más frecuencia como especialistas?

Los problemas de graduación y de vista cansada suelen ser los más comunes en la población. También es frecuente el estravismo y los problemas refractivos. Donde hay que hacer mucho hincapié es en la prevención y en el caso de las personas mayores de 45 años se recomienda controlar la tensión ocular , ya que puede desencadenas problemas más serios.

Con la entrada del verano y el aumento de la radiación solar hay que tener especial cuidado con la vista. ¿Qué recomienda como óptica?

De cara al verano hay que tener mucho cuidado con el sol, principalmente con los niños pequeños que son más sensibles. Hay que tener en cuenta que la exposición prolongada puede provocar daños en la retina o desencadenar cataratas a largo plazo, por lo que es necesario fomentar la protección de la vista y tomar las medidas de prevención adecuadas.

¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de adquirir unas gafas de sol?

Deben tener el sello de la CE y hay que ver el nivel de protección que tienen los cristales. Las gafas de sol no homologadas y que no cumplen los requisitos hacen que la pupila se dilate perjudicando al ojo más que si no se llevaran gafas. Puede dar la impresión de que protegen porque quitan luminosidad, pero no es así.