­La crisis también está obligando a los sindicatos a reducir su plantilla. Comisiones Obreras va a prescindir de unas ocho o diez personas y UGT se está planteando también la fórmula que adopta para recortar personal en los servicios que ambas organizaciones van a dejar de prestar al desaparecer las aportaciones públicas para atender a los inmigrantes extranjeros. En ambos casos se trata de una decisión sin precedentes en Murcia.

El secretario general de CC OO en la Región, Daniel Bueno, explicó ayer que el sindicato ha pactado ya con la asamblea de trabajadores dos despidos, cuatro prejubilaciones y dos reducciones de jornada. Además, el personal del sindicato ha aceptado una congelación salarial para este año que, según indicó Bueno, se intentará recuperar en el futuro, cuando las condiciones económicas lo permitan.

Comisiones Obreras cuenta con una plantilla de 74 personas y unos 2,5 millones de presupuesto, que se eleva a cinco millones si se le suman las aportaciones de la Administración regional destinadas a financiar servicios delegados por la propia Comunidad Autónoma.

Según precisó Daniel Bueno, estos ingresos se han reducido en torno al 15%, lo que supone que el sindicato va a recibir este año unos 400.000 euros menos. Este recorte en los ingresos impedirá mantener el servicio de atención a los inmigrantes extranjeros que, a partir de ahora, «serán derivados a la consejería de política Social, Mujer e Inmigración».

Durante el año 2009, el sindicato atendió en sus dependencias a 16.338 inmigrantes, pero el pasado año se habían contabilizado ya 21.351 al acabar octubre, por lo que calcula que al cierre de 2010 habrán pasado por la organización unos 25.000 extranjeros. «No podemos seguir atendiendo a la gente. La Administración debe cumplir sus funciones y asesorar y apoyar la integración de estos inmigrantes», dijo el secretario general.

«No somos extraterrestres en este contexto de crisis», apuntó Bueno, quien destacó que el objetivo de estas medidas es «salvaguardar la estabilidad económica y garantizar que la actividad se puede seguir manteniendo». Añadió que la decisión se debe a los problemas que origina la caída de los ingresos del Estado

Por su parte, el secretario general de UGT, Antonio Jiménez, explicó que su sindicato también tendrá que reducir personal en los servicios que dejará de prestar a partir de ahora al no recibir aportaciones de la Comunidad. La organización cuenta en Murcia con una plantilla de 70 personas y maneja un presupuesto de unos tres millones. La nómina se lleva casi la mitad de esta cifra. En el caso de UGT, la caída de los ingresos ronda los 300.000 euros.

El secretario general de CC OO asegura que la afiliación apenas se ha resentido con la crisis, aunque ha bajado a las cifras de hace unos dos años, mientras que el máximo responsable de UGT dijo que «se están produciendo algunas bajas por la pérdida de empleo, pero también se están produciendo bastantes altas».