Tiene 81 años y cuenta con las mismas fuerzas y ganas con las que en los años cuarenta fundó la comunidad de las misioneras de la Sagrada Familia en Rincón de Seca. La madre María Campillo Hurtado es de sobra conocida en dicha localidad, de la que es natural, y en la que siempre ha estado para prestar su ayuda a familiares y amigos.

Tantos años de trabajo, esfuerzo y dedicación a los demás, se ha visto ahora premiado por el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), quien le ha otorgado el premio ‘Mayor del Año de la Región de Murcia’.

«Yo me siento bien, sin duda este premio es un gesto de reconocimiento que yo no he buscado, pero es algo por lo que estoy muy contenta y agradecida», destaca la madre María al preguntarle LA OPINIÓN cómo recibió la noticia de tal galardón.

Desde que fundara la Casa de la Sagrada Familia, siempre ha tenido tiempo para atender a quien le pedía consejo y ayuda, «nos falta tiempo para escuchar a la gente», asegura esta gran mujer que, tal y como consta en el acta del jurado que la eligió como Mayor del Año, «atesora gran multitud de valores personales».

Tiene claro que su misión en este mundo es ayudar a los demás, de hecho, mantiene que «escuchar a otros me hace feliz». Asimismo, con buen humor, relata cómo, a menudo, «cuando salgo a la calle a hacer algún recado y tengo que estar a una hora determinada en un sitio, no llego puntual porque por el camino me va parando la gente para contarme sus cosas».

Lo que para otros sería algo incómodo, para la madre María es su día a día. A sus 81 años se ve con fuerzas para continuar al servicio de los demás, de hecho, recordando su estancia en África, reconoce que «si tuviera que volver, por supuesto que lo haría».

Apoyo a Hogar de Nazaret

Para ella, su «ansia de vivir» es «ayudar a resolver problemas y escuchar a quien lo necesite, invitándolo a seguir el camino del Señor», añade esta mujer que hoy recogerá el premio otorgado por el IMAS en un acto que tendrá lugar en el salón de actos del Archivo General de Murcia, a las seis de la tarde.

Las misioneras de la Sagrada Familia realizan una gran labor social en la pedanía murciana de Rincón de Seca. Actualmente, las religiosas cuentan con una residencia de ancianos, así como una escuela infantil. Asimismo, tal y como recuerda la madre fundadora, «trabajamos con el Hogar de Nazaret, un movimiento en el que participan personas de todas las edades y nos reunimos todas las semanas».

«Ellos se dedican a la parroquia y se llevan a cabo varios trabajos, entre lo cuales están el ayudar en la residencia de ancianos», celebra la madre fundadora María Campillo Hurtado.