Los terremotos se pueden medir por magnitud o intensidad. La magnitud es la cantidad de energía liberada que puede ser medida por los instrumentos de los geólogos, la escala es la de Richter y aunque no tiene un tope, el máximo registrado ha sido de 9,5 grados. Por su parte, la intensidad es cómo se siente ese temblor en la población, sus efectos, pero es una medida relativa que puede llegar a un máximo de 12.