Más de diez mil opositores se presentaron ayer al examen que convocó el Servicio Murciano de Salud (SMS) para cubrir 368 plazas de auxiliar administrativo. Aunque las inscripciones para realizar la prueba ascendían a 20.622, a la hora de la verdad, los vigilantes y responsables calcularon que sólo se presentaron, aproximadamente, la mitad de los candidatos.

Los opositores hicieron caso omiso a las recomendaciones y estuvieron en las facultades una hora antes del examen. Por este motivo, desde las ocho de la mañana se registraron retenciones en las distintos accesos al campus de Espinardo de la Universidad de Murcia. De hecho, el coordinador en el aulario general, Antonio Sánchez, aseguró que "a las siete menos cuarto de la mañana ya había un muchacho en la puerta".

Pero si los candidatos a las plazas de auxiliar administrativo en el Servicio Murciano de Salud tomaron la precaución de llegar con tiempo, muchos desoyeron el consejo de utilizar el transporte público. Por este motivo, además de la policía, que se ocupó de regular el tráfico, decenas de guardas de seguridad tuvieron que encargarse de distribuir los coches en los distintos aparcamientos y poner orden entre los vehículos que abarrotaron ayer el campus.

Los mayoría de los candidatos a las plazas se contentaba con entrar en la bolsa de trabajo porque, como decían algunos antes de hacer el examen, "se cobra poco, pero se cobra". La crisis ha engordado la lista de candidatos y eso que las recogida de inscripciones se cerró el pasado mes de enero. Aún así, para una gran mayoría de los examinados la de ayer fue su primera vez y se animaron a presentarse tras perder su puesto de trabajo debido a la situación de recesión económica.