Técnicos de la empresa pública Tragsa trabajan actualmente en un proyecto previo de descontaminación de suelos en una parcela de la bahía y esta misma semana comenzarán a realizar la mezcla de estériles mineros con otros materiales, principalmente caliza, con el objetivo de "inertizar" los residuos.

Ese será el procedimiento básico a seguir en las catorce hectáreas de la bahía afectadas por la regeneración que permitirá recuperar hasta 250 metros de línea de costa y crear una playa de dos kilómetros. Parte de los estériles se sellarán y el resto serán trasladados a cortas mineras.

El proyecto piloto estará terminado en cuatro meses, según Francisca Baraza, jefa de la Demarcación de Costas y "este mismo año saldrá a contratación la regeneración definitiva cuyo plazo de ejecución se ha fijado en 27 meses con lo que las obras podrían iniciarse también este mismo año, al menos en lo que compete al ministerio de Medio Ambiente".

Por su parte, el delegado del Gobierno destacó, tras visitar la zona de experimentación, la coordinación entre las tres administraciones "que ha permitido hacer realidad un proyecto que no tiene color político".

González visitó posteriormente la refinería de Escombreras adonde acudió para conocer la marcha de los trabajos de la ampliación de este complejo industrial en el que Repsol prevé invertir tres mil doscientos millones de euros durante los próximos años.

El delegado del Gobierno afirmó que la seguridad está "garantizada" con los planes de emergencia propios de la empresa y de las administraciones, y expresó su apoyo al proyecto de la multinacional que prevé duplicar la actual producción de combustible de la refinería.

Anunció que en los próximos días se reunirá con las empresas que forman la asociación del Valle de Escombreras a fin de seguir debatiendo sobre asuntos de seguridad o accesos como la mejora de la N-343 cuyas obras estarán terminadas a lo largo de este año en el tramo que es competencia de la Administración Central.