Un disparo de la línea de la Red Eléctrica Española en Escombreras motivó ayer a mediodía que se desconectara el servicio en gran parte de la Región de Murcia por causas que se desconocen y se están investigando, aunque la mayoría de los murcianos lo achacaron a la lluvia y al viento, pues soplaron rachas de hasta 60 kilómetros por hora.

El problema se originó a las 12.11 horas y "diez minutos más tarde se había repuesto el servicio en la mayoría de puntos", quedando solucionado por completo a las 13.00 horas, indicaron fuentes de Red Eléctrica Española.

El disparo de la línea supuso que la energía dejara de pasar porque se desconectó, si bien las causas de este problema se desconocen, por lo que técnicos de la Red Eléctrica investigan qué es lo que pudo ocurrir.

El apagón afectó a parte de la ciudades de Murcia, Cartagena y Lorca, así como a otras localidades de la Región. En Murcia se registraron cortes de luz desde la calle Trapería hasta el Barrio del Carmen.

En Cartagena estuvieron media hora sin luz. Y también hubo cortes en Lorca, Caravaca, Cehegín, Mar Menor, Águilas, Mazarrón, Archena y Jumilla.

Las lluvias generalizadas en toda la Región, provocaron llamadas a los servicios de emergencias y bomberos, aunque no hubo incidencias graves. Lo que sí hubo fueron retenciones en el Puerto de la Cadena y el cruce de la A-30 con la A-7 a la altura de Espinardo. Las precipitaciones provocaron pequeñas colisiones entre los vehículos, aunque no hubo que lamentar ningún herido.

El caos fue el protagonista de la jornada de ayer en la ciudad de Cartagena. Las múltiples deficiencias en el sistema de alcantarillado de Cartagena provocaron un aluvión de avisos en el Parque de Seguridad.

Los Bomberos tuvieron que rescatar a varios vecinos que habían quedado atrapados en el interior de sus vehículos debido al desbordamiento de ramblas y alcantarillados. "Varios de los efectivos han estado vigilando el cauce de las ramblas para controlar si afectaba o no al tráfico. Hemos sacado de sus vehículos a varios ciudadanos que estaban atascados en sus coches debido a la crecida de las ramblas y a los defectos en el alcantarillado, sobre todo en las zonas de Los Dolores, Sebastián Feringan, Santa Lucía y la Media Sala", afirmaron fuentes de los Bomberos.

Varios comerciantes del centro de la ciudad denunciaron ayer atascos en las alcantarillas que produjeron que el agua impidiera el paso de los clientes en sus locales, uno de estos empresarios fue el propietario de la butique Larbi. "El sumidero que hay en la esquina del banco Santander y la calle Medieras está obstruido desde Semana Santa, nosotros hemos denunciado cinco veces esta situación por diferentes cauces y todavía no hemos conseguido que se solucione el problema. Los clientes no entran a la tienda y si lo hacen protestan porque tienen que dar un rodeo enorme para hacerlo", aseguró el dueño.

El desbarajuste del tráfico ocasionó también numerosos atascos en varios de los puntos negros de la ciudad portuaria, que obligó a los ciudadanos a dar grandes rodeos para poder llegar a sus casas a la hora de comer. "He tardado una hora en hacer un trayecto que normalmente habría hecho en quince minutos. Nos pasamos la vida pidiendo que llueva y cuando lo hace nos damos cuenta de que no estamos preparados para ella, y eso que la concejala de Infraestructuras dijo que el sistema de alcantarillado estaba perfectamente", manifestó indignada una vecina.

Agua en el Archivo Municipal

El Archivo Municipal fue una de las infraestructuras públicas que se vieron afectadas por las lluvias. Los Bomberos tuvieron que achicar agua debido a la rotura de una de las tuberías de la entrada. "No ha pasado nada importante, se ha roto una tubería y como estaba entrando agua hemos llamado a los Bomberos y a los técnicos de Aquagest para que solventasen el problema", manifestó Cayetano Tornel, archivero municipal.

Pero no sólo fueron un problema las inundaciones, las lluvias ocasionaron también otras incidencias como accidentes leves, incendios en rótulos de locales comerciales, cortocircuitos y cortes de luz que tuvieron a los Bomberos en jaque durante toda la mañana.

Mientras, en Alcantarilla, hubo grandes atascos. El punto álgido del atasco se produjo a las dos de la tarde, cuando la mayor parte de las madres del municipio decidieron coger el coche para recoger a los niños en las inmediaciones de los colegios. En la calle Jacinto Benavente, por ejemplo, se produjo una cola que rodeaba varias manzanas hasta encontrarse consigo misma, de manera que las decenas de coches que se concentraban en apenas doscientos metros se taponaban a sí mismos las calles adyacentes por las que podían haber escapado. Ese atasco se prolongó durante más de media hora y obligó a intervenir a la Policía Local y a la grúa municipal.

Como es habitual cuando llueve en Alcantarilla, se inundaron los puentes que conducen a la huerta, como el del Pichojo.

Por otra parte, el ayuntamiento de La Unión, utilizando una pala excavadora eliminó la acera recientemente construida de la avenida San Gil. La carretera de la zona se había convertido en un auténtico mar que llegaba a impedir la circulación de vehículos porque las obras de pavimentación no consideraron el cauce de la rambla que cruza la carretera. Las aguas fluyeron ayer a través de la rotura y provocaron problemas en algunas viviendas situadas al norte de la acera rota.

En La Manga, el PSOE denunció un vertido al Mar Menor durante al menos tres horas. Fue en la zona que pertenece a San Javier debido a que los generadores de emergencia de una estación de depuración no se pusieron en marcha al estar las baterías sin el conveniente mantenimiento, según manifestaron responsables del Ayuntamiento a los vecinos.

La situación se agravó cuando rebosó la línea de bombeo a la altura del Hotel Doblemar Casino.