Los agricultores tomaron ayer las calles de Murcia, precedidos por medio centenar de tractores, para advertir al Gobierno de que el campo ha agotado su paciencia. Los manifestantes quieren que el Ejecutivo les dé el mismo trato que han recibido los transportistas, los pescadores y los mineros y están dispuestos a llegar a un paro general para conseguirlo, según anunció el presidente de Coag-IR en Murcia, Pedro Lencina.

La protesta estaba convocada por las organizaciones agrarias Coag-IR, Asaja, UPA, Fecoam y Fecamur, bajo el lema "Por la dignidad del campo", que figuraba en la pancarta de cabeza. Los convocantes dan de plazo al Gobierno hasta el próximo 28 de noviembre para dar soluciones a la subida del gasóleo y al monopolio que las grandes distribuidoras ejercen sobre los precios agrarios. Se quejan también del retraso en el cobro de las ayudas concedidas por el Gobierno para compensar los daños producidos por las heladas y la sequía.

Cerca de medio centenar de tractores llegados desde el Campo de Cartagena, a través del puerto de El Garruchal abrían la marcha que mantuvo bloqueada la ciudad desde las 16.00 horas hasta pasadas las 19.00, cuando los representantes de las organizaciones convocantes entregaron al delegado del Gobierno, Ángel González, el manifiesto que recoge sus reivindicaciones para que lo haga llegar al Ejecutivo. Cerraba la marcha otro medio centenar de camiones, camionetas y furgonetas.

Ante la pancarta de cabeza marchaban dos niños de la pedanía El Mirador de San Javier, Emilio José y Emilio Alfonso, en un pequeño carromato, con una pancarta en la que pedían que "nos dejen ser agricultores como nuestros padres y nuestros abuelos". Esta reivindicación resume las demandas de los manifestantes, que salieron a la calle para exigir que no les obliguen a dejar su oficio, según explicó el vicepresidente de Asaja, José Martínez Quiñonero. "Si el Gobierno no abre los ojos a nuestros problemas, tendremos que paralizar el país entero", advirtió

Por su parte, Pedro Lencina destacó que en la Región se han dado de baja en el Régimen Especial Agrario cientos de agricultores por cuenta propia, mientras que con la llegada del euro se ponían en producción grandes fincas con capitales ajenos a la agricultura, que son las que saturan el mercado y hacen caer los precios. A su juicio, una "ley de precios" evitaría el monopolio de las grandes cadenas distribuidoras e impediría que "los especuladores puedan tirar los precios". Lencina dijo que los agricultores están dispuestos a ir "al paro general y al bloqueo del campo".

El presidente de Coag-IR señaló que "los agricultores no tienen con quién sentarse a negociar los precios agrarios" y reclama al Gobierno el mismo trato que ha dado a los transportistas, a los pescadores y a los mineros. Su pretensión es que "dejemos de tener una renta que no llega al 60 por ciento de la renta media de España".

En ausencia del secretario general de UPA, Marcos Alarcón, que se encuentra en Montevideo, marchaba en la pancarta de cabeza Juan Jesús Marín, secretario de Organización del sindicato agrario, que pidió el apoyo de los consumidores. "Deben saber que cuando compran un producto por debajo del precio de coste, el agricultor lo ha tenido que regalar", explicó. Dijo también que la protesta de ayer era el inicio de "una huida hacia delante, que no parará hasta que consigamos compromisos serios y formales".

Por su parte, el presidente de Fecoam, Santiago Martínez, recordó que a los problemas causados por la subida de los precios del gasóleo se une también la falta de agua.

El presidente de la comunidad de regantes de Lorca, Manuel Soler, coincidió en que el agua es el principal problema de la agricultura murciana, a pesar de las dificultades a las que se ve abocada en estos momentos.

También asistió a la protesta el secretario general de UGT, Antonio López Baños, quien espera que la protesta "sirva para que se llegue a un acuerdo. Al igual que los transportistas y los pescadores, los agricultores también lo necesitan".

El secretario de Organización de Coag-Ir, Francisco Gil, no se atrevió a hacer un cálculo del número de participantes en la manifestación, aunque según otras fuentes que pudo haber casi 2.000. Según las estimaciones de la Policía Local, había entre 3.000 y 3.500 manifestantes.

Gil explicó que la convocatoria se había hecho a través del teléfono, dado que se acordó celebrarla el pasado día 31 y no ha habido tiempo de movilizar a los agricultores de la Región. Añadio también que los tractores habían salido desde el Campo de Cartagena hacia las 14.00 y que tuvieron que hacer el recorrido hasta Murcia por caminos de servicio para evitar las multas a las que se habrían expuesto de utilizar las carreteras generales. También había tractores procedentes de Jumilla.

Pasadas las 19.00, cuando terminó la protesta, los vehículos emprendieron de nuevo el camino de vuelta, por lo que no tenían previsto llegar a su destino hasta después de medianoche.

En la manifestación de ayer no hubo pancartas ni se corearon consignas como en otras ocasiones. A través de la megafonía se iban repitiendo una y otra vez las principales reivindicaciones de la protesta, que habían sido recogidas en el manifiesto entregado a Ángel González. El presidente de Coag-Ir de Cieza, Pascual Hortelano, fue el encargado de leer el escrito momentos antes.

Al llegar a la puerta de la Delegación del Gobierno, los agricultores coincidieron con un grupo de profesores interinos, que se manifestaban para exigir estabilidad en el empleo y facilidades en el acceso a la función pública.

La anécdota más llamativa se produjo tras el reventón de la rueda de un tractor en la Constitución. El agua salió a presión, mojando a los agricultores que se encontraban más próximos, cuando se intentaba descargar el vehículo del camión que lo había transportado hasta Murcia.

El PP mostró su apoyo a los agricultores, al tiempo que pedía "diligencia" al Gobierno central para atender sus demandas. Por su parte, el PSOE culpa a "la lentitud de la consejería de Agricultora" del retraso en el cobro de las ayudas de Madrid.