El proyecto de ley que reforma el Plan Hidrológico Nacional (PHN) ha salido del Senado definitivamente sin el trasvase del Ebro. La resurrección de esta polémica infraestructura en el texto legislativo que se ha estado tramitando en la Cámara alta ha durado exactamente seis días. Ayer el pleno del Senado lo volvió a enterrar al igual que plantea una importante modificación de la Ley de Aguas.

La votación fue muy ajustada y apenas dos votos marcaron la diferencia: los 126 del PP, a favor de mantener el trasvase, frente a los 128 que sumaron el resto de los grupos parlamentarios encabezados por el PSOE, ERC e IU. Ese estrecho margen, que llegó a reducirse a uno en alguna que otra votación por errores puntuales en la mayoría, se mantuvo en prácticamente todas las votaciones del articulado.

El debate de ayer por la tarde en el pleno del Senado, lejos de centrarse en la discusión de enmiendas para mejorar el texto que había sido remitido por el Congreso de los Diputados, se centró en deshacer el desaguisado ocurrido la pasada semana en la comisión de Medio Ambiente cuando la ausencia de dos senadores permitió al PP introducir de nuevo el trasvase del Ebro en el texto de la ley.

Esta situación provocó, como era previsible, un debate limitado y bastante paradójico: la oposición, el PP, defendía el dictamen de la comisión de un proyecto de ley, en el que logró "meter" el trasvase, que el Gobierno había remitido al parlamento con la pretensión, precisamente, de ratificar la supresión de esa infraestructura promovida por el anterior Gobierno de Aznar.

Por lo tanto, las intervenciones de los diferentes grupos estuvieron centradas en volver del derecho el traje que había quedado al revés a su paso por la citada comisión. Y, debido a la compleja mecánica parlamentaria, fue un proceso difícil en el que nadie podía perder el hilo dada la escasa diferencia de votos entre ambos bandos: el PP dispone de 126 escaños mientras que el resto suman 133, de los que faltaron 5 senadores.

Finalmente, tras rechazar la mayoría de las 12 enmiendas que el PP introdujo en la comisión, entre ellas la número 88 que reponía el trasvase, el pleno pudo votar, de nuevo, el texto definitivo. En este proceso los populares lograron mantener cinco enmiendas puntuales relativas a Aragón.

Por otra parte, los senadores murcianos valencianos del PP se vieron respaldados en el debate de ayer por la presencia de una nutrida representación de cargos de su partido y de casi 30 agricultores y empresarios, entre ellos el presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia (Fecoam), Santiago Martínez.

A las puertas del senado otro grupo de agricultores, sin invitación, se manifestaron en contra de la derogación del trasvase. Los que sí accedieron portaban unas pequeñas pancartas con un lema: "El agua no es de nadie, es de todos". Otra pequeña pancarta con el texto "Agua para todos" estuvo colgada durante el debate en el escaño de una senadora aragonesa. Muchos de los senadores del PP pusieron en sus micrófonos pegatinas en las que se leía también "Agua para todos".