La nueva orden de nombramiento de directores de colegios e institutos sólo ha solucionado en parte el problema de la falta de profesores que están dispuestos por iniciativa propia a estar al frente de los centros docentes de la Región. La consejería de Educación y Cultura ha incluido incentivos económicos en la recién estrenada normativa para estimular a los profesores a presentarse al puesto de director, pero esta medida no ha sido suficiente para que haya aspirantes al cargo en todos los centros escolares. De los 354 colegios e institutos de la Región que tienen que elegir nuevos directores, en 285 se han presentado candidatos, mientras que en los 69 restantes no hay ni un sólo aspirante, por lo que la consejería de Educación y Cultura tendrá que nombrarlos directamente. Es decir, en uno de cada cinco centros docentes el concurso ha quedado desierto.

No obstante, la consejería de Educación destaca que se va a reducir al 20 por ciento el número de centros en los que la Administración regional tenga que elegir directamente a los directores por falta de candidatos. Este dato supone, según la Consejería, una rebaja respecto a los 185 vacantes (un 58 por ciento) que se produjeron hace cuatro años cuando fueron elegidos los directores que ahora se renuevan. Entonces, eran los consejos escolares los que tenían la potestad de nombrar a los directores. El pasado 14 de junio finalizó el plazo de solicitud de los candidatos, y el número de aspirantes ascendió a 321 para ocupar el puesto en 285 centros.

Los sindicatos insisten en que las solicitudes se han concentrado en los mejores colegios de la Región, ya que la nueva normativa permite que los candidatos a director no tengan por qué presentarse en su centro, por lo que creen que se producirá un encubierto concurso de traslados.

Por otra parte, FETE-UGT ha denunciado que la consejería de Educación y Cultura "está deteriorando la enseñanza pública, haciendo un uso partidista y discriminatorio respecto a los centros de Primaria y Secundaria. Tal caso se da en las comisiones de selección de directores, donde en Primaria se han nombrado como presidentes a inspectores de Educación y en Secundaria se nombra para ese mismo puesto a funcionarios ideológicamente afines al Partido Popular, quedando claramente palpable la desconfianza que esta Consejería tiene hacia la acreditada profesionalidad del cuerpo de Inspectores de Educación".