El gran desfile de Moros y Cristianos puso ayer punto y final a las Fiestas del Escudo La Invasión, que se han desarrollado en el municipio de Cieza desde el pasado viernes hasta ayer, domingo.

La comitiva partió a las seis de la tarde de la ermita de San Bartolomé y desfiló por las calles del casco histórico hasta llegar al Camino de Murcia. Los componentes de las distintas kábilas y mesnadas lucieron sus mejores trajes al son de las marchas de las charangas y las bandas de música.

Por la mañana, se produjo el rescate de los cristianos prisioneros y el homenaje a la muda, el personaje que según la leyenda habría hablado de forma milagrosa para advertir a los vecinos de que las tropas moras del Rey Abu-L-Hassan se acercaban por el río con un ejército de miles de hombres dispuestos a asediar la villa.

Fueron también miles los vecinos y visitantes que no quisieron perderse este desfile que el año pasado no pudo completar su recorrido debido a la lluvia. En esta ocasión, el buen tiempo reinó durante toda la jornada. Han sido tres intensos días en los que los ciezanos han disfrutado con las actividades celebradas en torno al mercadillo medieval y los campamentos moro y cristiano; las decenas de actos organizados por los festeros; con la escenificación de La Invasión del sábado y con las citas gastronómicas con degustaciones de antes y de ahora.

La presidenta de la Hermandad de San Bartolomé, Laura Villa, valoró muy positivamente la edición de estas fiestas que han contado que el respaldo del actual presidente de la Undef, Francisco López. «Han sido multitudinarias y el tiempo ha permitido la celebración de todos los actos y con puntualidad», dijo la presidenta.