Las salinas de Marchamalo, en La Manga del Mar Menor, recuperarán su biodiversidad acuática mediante la reactivación de la actividad salinera en ocho de sus hectáreas, gracias al proyecto ideado por ANSE.

Según explican desde la Asociación de Naturalistas del Sureste, las salinas de Machamalo constituyen uno de los espacios naturales más singulares del entorno del Mar Menor y cuentan con cinco figuras de protección, cuatro de ellas internacionales.

A pesar de ello, «el abandono hace unos 25 años de la actividad salinera ha desembocado en un progresivo deterioro de las instalaciones que ha conllevado enormes daños en las infraestructuras, tanto en las naves y oficinas como en las mismas salinas», ha advertido el director de ANSE, Pedro García.

La Fundación adquirió a finales de 2019 la concesión administrativa de la zona oriental de las salinas, así como una parcela de 7.000 metros cuadrados con una nave en ruinas, para impulsar un proyecto de recuperación de la actividad salinera. Desde entonces, esta entidad ha recibido numerosas donaciones de particulares y de algunas entidades, que han permitido trabajar durante un año y medio en la redacción de los proyectos de recuperación de esta actividad en la zona.

Los organizadores señalaron que la puesta en marcha de esta iniciativa está prevista para los próximos meses y permitirá dar los primeros pasos para recuperar la biodiversidad acuática de la vegetación y fauna característica de zonas someras y salinas. García confía en disponer en pocos meses de las autorizaciones administrativas derivadas del proyecto y comenzar los trabajos de recuperación de la zona oriental de Marchamalo.