El historiador Diego Ortiz ha plasmado en un libro la vida de Nicomedes Gómez, el artista místico de Cartagena, gracias al archivo de Francisco Montoya. El autor expone en el libro que Montoya hubiera sido quien lo hubiera escrito si no hubiese fallecido. La presentación de la publicación tendrá lugar esta tarde a las 19.00 horas en el Palacio Consistorial. Las casi 250 páginas en las que se puede ver buena parte de la obra del pintor cartagenero han sido elaboradas en la imprenta que sus familiares tienen en la calle Zorrilla.

Nicomedes nació en 1903 y falleció en 1983. Se casó dos veces y no tuvo descendencia. Pasó su infancia en su localidad natal, donde jugaba de niño con la escritora Carmen Conde. No obstante, la mayor parte de su vida transcurrió en Francia. Allí llegó de forma forzada, como otros tantos españoles que habían defendido a la República. El artista formó parte de la Marina, y fruto de su paso por el Ejército tuvo que vivir en campos de refugiados franceses. De hecho, en su obra se plasman estas facetas de su vida. Hizo dibujos a plumilla sobre estos lugares inhóspitos. Además, destacó por su habilidad para elaborar carteles de propaganda bélica e incluso letreros de películas de cine mudo.

Si bien, este repertorio no es el predominante en la obra de Nicomedes. Ortiz cuenta que la gran parte de las creaciones de este «cartagenero universal» giran en torno a El Quijote, el esoterismo y la Semana Santa local, «de la que quedó prendado de adulto cuando pudo regresar tras sus años de exilio». El autor de esta biografía titulada 'El hombre y el artista' apunta al respecto que el pintor fue la primera persona en promocionar la fiesta fuera de nuestras fronteras a través de sus cuadros.

Por otra parte, ayer tuvo lugar en el Palacio de Molina la inauguración de una exposición sobre la obra esotérica de Nicomedes. La misma se puede contemplar hasta el próximo día 31 de marzo.