La Asociación de Amigos del Monasterio de San Ginés de la Jara y Ermitas del Monte Miral (ASGJ), que viene reclamando desde hace más de siete años la restauración y puesta en valor de este importante conjunto monumental declarado Bien de Interés Cultural, ha mostrado a la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, y al concejal de Patrimonio, David Martínez, su satisfacción por el inicio de las obras de consolidación de las ermitas del Cabezo de San Ginés. Estas son propiedad de la empresa Portmán Golf y «se encuentran desde hace años en un lamentable estado de ruina», tal com afirman desde la asociación.

La empresa, tras numerosos escritos al ayuntamiento y a Patrimonio de la Comunidad realizados por la entidad y otros colectivos, llegó a ser multada por el estado de abandono de un bien protegido. La multa quedó en suspenso porque la propiedad se comprometió a unas obras que ahora se inician.

Hace poco tiempo se empezó a retirar escombro de la ermita de Los Ángeles y, hace apenas una semana, un helicóptero subió parte de los materiales que serán necesarios para iniciar las obras.

De las históricas nueve ermitas de las que se habla en las crónicas antiguas, en la actualidad quedan restos de cinco.

Urgencia con el monasterio

Desde el Monte Miral se puede observar el monasterio medieval dedicado al Patrón de Cartagena, ya sin la grúa que lo presidía. La empresa Hansa Urbana ha interrumpido unas obras que han sido criticadas por la ASGJ y por algunos arqueólogos y especialistas en restauración, y en Bellas Artes por el uso excesivo de hormigón y ladrillo que se ha querido justificar como la única manera de «recuperar los volúmenes originales», tal como recopilan desde la entidad de Amigos del Monasterio.

La ASGJ ha reclamado a Castejón una visita urgente para ver el estado de las obras y exigir «que se terminen con criterios más respetuosos y sin ninguna improvisación más».

Asimismo, la asociación cultural reclama la restauración de la iglesia del convento, la recuperación de sus pinturas murales, la excavación íntegra de enclave del monasterio, el arreglo de las viviendas, bodegas y caballerizas adyacentes al monasterio, así como el reparo de los históricos huertos con las especies autóctonas y originales (cipreses, palmeras, naranjos y limoneros).

Por otro lado, reclaman que si se ha localizado la antigua campana del monasterio y la antigua talla de San Ginés , esta debe «recuperarse lo antes posible para cuando el monasterio restaurado pueda ser visitado».