La celebración el próximo jueves del día de la Virgen del Pilar, Patrona del Cuerpo de la Guardia Civil y del Arma Submarina, nos sirve para viajar de nuevo al pasado y dar a conocer la existencia a principios del siglo XX en nuestra ciudad de una cofradía dedicada a ella. Como rezaba en la portada de sus Estatutos, estaba establecida canónicamente en la iglesia de Santo Domingo, parroquial castrense de la ciudad de Cartagena, unida a la antiquísima de la ciudad de Zaragoza y agregada a la Archicofradía de Nuestra Señora del Planto de la ciudad de Roma.

Una cofradía de las denominadas ´de gloria´ cuyo principal objetivo era la mayor gloria de Dios honrando a la Santísima Virgen bajo la advocación del Pilar. De la imagen venerada no nos ha llegado fotografía alguna pero sí hay constancia de que en diciembre de 1905 la niña María Tadea Luna Ferrer le regaló un precioso manto encarnado bordado en oro.

La directiva de la cofradía estaba formada por señoras y contaba con una Junta de Gobierno compuesta por una presidenta, una vicepresidenta, una secretaria, una tesorera, una camarera mayor, cuatro vocales y un director espiritual. De todos los cargos merece la pena citar lo que decían los estatutos de la camarera que era la encargada de cuidar el aseo y adorno del altar. Afirmaba la norma que esta podía buscar a aquellos cofrades que le echaran una mano y que elegiría a «aquellos que con más prontitud se presten al desempeño de este delicado ministerio, vigilando para que quede con elegancia y gusto». Los cofrades llevaban como distintivo una imagen de Nuestra Señora del Pilar pendiente del cuello con una cinta del color del hábito de la Virgen.

Dicha Junta de Gobierno debía reunirse siempre que la presidenta lo estimara necesario y todos los años el mes de septiembre para preparar los actos del 12 de octubre y debían acudir todos los cofrades. De los fondos de la cofradía se mandaría celebrar una misa los días 12 de cada mes que se aplicaría por todos los cofrades vivos y difuntos. El 15 de diciembre era el día elegido para renovar los cargos de la Junta de Gobierno que empezarían a ejercer en enero y se sorteaban los días del mes que cada cofrade debía visita a la Virgen del Pilar en Santo Domingo.

Entre las obligaciones de los cofrades figuraban, además de asistir a misa el 12 de octubre, el pagar la cuota de cincuenta céntimos para sufragar los gastos de las funciones que se celebren y practicar un acto de caridad al mes. También debían procurar la celebración de una novena en honor de la Santísima Virgen bajo la advocación del Pilar que empezaría el 4 de octubre y acabaría el 12 con toda solemnidad.

En la relación de hermanas fundadoras componentes de la Junta de Gobierno aparecen los nombre de Belén Mancebo de García Aldave, Isabel Muñoz y Delgado, Flora Pera de Ramos, las hermanas Pilar y María Ros Lizana, Encarnación Tamayo, Pilar Gómez Palacio, Pilar Pintó Herrero y Margarita Rolandi. Por último, decir que la gran mayoría de ellas eran esposas de altos cargos militares, como es el caso de Belén Mancebo, mujer del Gobernador Militar de la Plaza José García Aldave, o de Flora Pera, casada con el ingeniero militar Francisco Ramos Bascuñana, que fue coautor del Proyecto de Ensanche, Reforma y Saneamiento de Cartagena.