Utilizan una linterna cuando van a tirar la basura por la noche. Aunque, en realidad, muchos prefieren tirarla por la mañana, pese a que se arriesgan a que la Policía Local les multe por incumplir la ordenanza municipal. Eso hacen los residentes de Mar de Cristal, tal y como critica el presidente de la asociación de vecinos, Ángel Monedero, quien denuncia que este enclave de Cartagena, situado en la zona Arco Sur del Mar Menor, tiene varias calles a oscuras desde que acabó el verano. De todos modos, los vecinos tampoco temen que los agentes municipales les sancionen, ya que critican que la presencia policial y la seguridad en la zona es «nula». El presidente vecinal sostiene al respecto que hace tiempo los ladrones saquearon una manzana entera y, otra noche, se llevaron las puertas de aluminio de todas las casas situadas en la misma calle. «No hay seguridad ninguna», lamenta Monedero.

Las calles más afectadas por la falta de luz son la del Puerto y Góngora. En esta última, de 22 farolas, solo funcionan dos. Góngora es una vía perimetral de Mar de Cristal, por la que el tráfico de vehículos es intenso, por lo que consideran que tener a oscuras este lugar es un riesgo para la seguridad vial. Destacar que en las calles Ingres y Orozco se han arreglado recientemente algunas farolas, aunque todavía quedan varias luminarias por reparar, explican los residentes. Hace un par de semanas operarios municipales subsanaron varias deficiencias en Ingres y Orozco. Además, también pusieron en marcha las farolas de la calle Tintoreto, que estaban, en su mayoría, apagadas, desde hacía meses.

Los problemas de iluminación también se extienden a la entrada de la urbanización, concretamente en el acceso por la carretera de Los Belones. Allí, sostienen los vecinos, las farolas llevan apagadas más de dos años. Pese a estas últimas mejoras, la gente denuncia que hay carencias de alumbrado público por todo Mar de Cristal. Los vecinos han mandado varios escritos al Ayuntamiento en lo que va de año para quejarse por las más de 200 farolas rotas. Desde el jueves, hay operarios municipales encargándose de reparar las luminarias averiadas, que siguen sin encenderse. «En 2015 había 178 farolas rotas, pero este número ha aumentado porque el mantenimiento es inexistente», apunta Monedero. Como ejemplo, el portavoz del más de medio millar de personas que viven allí durante todo el año, expone que «el año pasado el Ayuntamiento puso en una plaza tres postes con dos focos led en cada uno de ellos, pero ya solo quedan dos luminarias que se encienden cada noche».

Los vecinos se sienten «maltratados» por la Administración local. Monedero sostiene que «el alcalde José López defiende que los presupuestos regionales tienen que redistribuirse y no centralizarse en Murcia, pero, la realidad, es que el regidor no lo aplica en su municipio, muchos barrios y diputaciones están abandonados. Todas las inversiones son para el centro de la ciudad y para obras faraónicas, como el Palacio de Deportes».

El presidente vecinal se queja de que la gente no ve cómo repercuten en su urbanización los impuestos locales que pagan cada año. «Aquí nos cuesta mucho el IBI», recalca. Monedero expone que el propio partido del alcalde, Movimiento Ciudadano (MC), cuando estaba en la oposición, presentó una moción en la que pedía un arreglo urgente de las farolas de Mar de Cristal. La moción no fue aprobada en el pleno, ya que el PP votó en contra. Por entonces el partido de Pilar Barreiro gobernaba con mayoría absoluta. No obstante, la moción que presentó el ahora alcalde, José López, contó con los votos a favor de PSOE e Izquierda Unida. «No entendemos por qué, ahora que gobiernan MC y PSOE, no tienen voluntad para arreglar Mar de Cristal», dice Monedero. En este enclave del litoral cartagenero no solo se quejan de la falta de luz. Dicen que las calles están llenas de baches y que, como mucho, el Ayuntamiento los arregla con parches que no terminan de solucionar el problema; ya que, afirman, en cuanto se intensifica el tráfico en verano se vuelven a romper. Asimismo, los habitantes reclaman que se arreglen las aceras, «que están hechas polvo», y también los parques y jardines, «que ni siquiera tienen sistema de riego porque lo robaron hace años», señalan. Monedero también está preocupado por el estado de las numerosas pinadas que hay plantadas en diversos solares de la urbanización. «Los árboles están infectados por la plaga de la procesionaria desde hace tiempo, se van a secar todos, y por mucho que avisamos el Ayuntamiento, no hacen nada al respecto», dice Monedero.

En definitiva, los habitantes de Mar de Cristal se lamentan porque ven que pierden calidad de vida, y que el valor de sus casas se reduce ante el «abandono» que sufren por parte de la Administración local. Al final, vaticinan, «todos acabaremos abandonando este paraíso porque nos están echando de aquí». Además, añaden que «nos vemos forzados a ser emigrantes medioambientales por el estado del Mar Menor».