Localizado en el mismo lugar donde amenazó de muerte a un misionero franciscano e intentó arrebatarle la cruz de madera que llevaba colgada al cuello. Fray Job, el religioso que denunció los hechos el pasado 20 de julio, tal y como publicó LA OPINIÓN, se personó el domingo en la Comisaría de Cartagena para informar a la Policía Nacional del paradero de su presunto agresor.

En los hechos denunciados entonces por el franciscano de 66 años queda reflejado cómo el religioso fue increpado por un joven magrebí en una cafetería de la Urbanización Mediterráneo. Tras discutir con uno de los presentes del local, dirigió su mirada al religioso. «Cabrón, hijo de puta, te voy a matar», le dijo a fray Job. La situación fue a más e intentó quitarle el crucifijo que llevaba colgado al cuello, pero fray Job no se dejó. «¡Eres español. Tú eres de aquí, entonces, si es así, me tienes que tener miedo, que yo soy árabe». La situación se prolongó hasta que un camarero del local salió en su ayuda y logró evitar nuevas agresiones aunque él también resultó herido, aunque leve.

Fue precisamente en el mismo bar donde fray Job localizó a su presunto agresor el domingo, según consta en el atestado judicial, al que ha tenido acceso este periódico. Y es que, el religioso compareció en dependencias policiales, donde declaró haber visto al joven, de origen marroquí, en compañía de otro individuo. Según consta en el documento, la Policía Nacional se personó en el lugar y procedió a la «identificación de estos individuos».

Sin embargo, el abogado de la víctima, Antonio Casado, destacó el hecho de que el presunto agresor no haya sido detenido; en su lugar, «se le pidió que se persone en Comisaría en la mañana de este lunes».

En opinión del letrado, le ha parecido una decisión «sorprendente», pues se puede estar ante «un delito de odio y contra la libertad religiosa». Casado explicó que «hay un problema de fondo: cuando intentó arrancarle a fray Job el crucifijo, no lo hizo porque tuviera ningún valor», por lo que la agresión denunciada va más allá de un hurto

De hecho, el misionero dejó constancia en su comparecencia policial del domingo que «teme por su integridad física», por lo que ha solicitado una orden de protección contra el presunto agresor.

Las diligencias del caso pasarán hoy al juzgado de Guardia, según fuentes policiales.