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Mascotas

Los abandonos y las escasas adopciones provocan que el CATAD esté casi lleno

Un estudio revela que los factores económicos vuelven a ser el principal motivo que se alega al prescindir de un animal

Los abandonos y las escasas adopciones provocan que el CATAD esté casi lleno

El Centro de Acogida y Tratamiento de Animales Domésticos de Cartagena (CATAD) se prepara para la campaña de concienciación y tratamiento en una de las épocas del año en la que las cifras de abandono se mantienen altas. Así lo refleja la ocupación del centro de La Asomada, que se sitúa al 90% debido al aumento de abandonos y la escasez de adopciones.

En la actualidad, la organización dispone de unas instalaciones que ocupan una extensión aproximada de 3.000 metros cuadrados, con capacidad máxima para unos 400 animales. Para ello, cuenta con diversos tipos de habitáculos especialmente adaptados para el alojamiento de las diferentes especies y tamaños. «En estos momentos, estamos al 90% de ocupación con un leve repunte en junio, que hizo completar todas las plazas», informaron fuentes del CATAD, aunque precisaron que se trata de unas cifras similares a las de años anteriores. De ese 90%, cuentan que alrededor del 60% son perros y el 30% restante, gatos.

El centro, que se engloba dentro del Servicio de Control Animal del ayuntamiento de Cartagena, recibe una partida de 300.000 euros anuales. La función principal de la organización es la de proteger de la salud pública a los animales de compañía. Para ello, se intenta fomentar actividades educativas para los dueños de estas mascotas a través de, por ejemplo, programas especiales para niños, la colaboración con otras asociaciones de animales o panfletos informativos que logren que este verano más perros y gatos pueden tener una familia.

Según un estudio de la fundación Affinity, la recogida de perros y gatos en España por parte de las asociaciones se mantiene estable durante todos los cuatrimestres. Justo al contrario de lo que se suele pensar, con un incremento, eso sí, en el caso de los felinos entre mayo y agosto debido al proceso natural del nacimiento masivo en esta temporada. Entre las principales razones, los factores económicos repiten como el principal motivo que se alega al abandonar, seguido de las camadas indeseadas, el comportamiento del propio animal, la pérdida de interés en la mascota y el fin de la temporada de caza. «Si la esterilización estuviera más extendida podríamos conseguir una reducción notable de estos abandonos», apuntó Isabel Buil, directora de la Fundación.

Más de 140.000 perros y gatos fueron recogidos por las protectoras en España el año pasado, aunque de esa cifra solo un 44% fueron adoptados. Los perros, en un 28%, volvieron a ser el principal animal que recogen las protectoras y ayuntamientos. Aun así, los felinos han aumentado cinco puntos respecto al año 2013 donde el 40% de las organizaciones afirmaba gestionar colonias de unos doce animales en cada una.

Desde el CATAD señalan que la mejor opción es adoptar. «El coste para acoger a un animal de nuestro recinto es de 50 euros independientemente de su raza o edad, incluyendo la esterilización para evitar esas camadas indeseadas, las vacunas obligatorias, el microchip y la cartilla sanitaria», apuntan. Una alternativa con un «coste irrisorio» frente a la compra de estas mascotas. «El camino que se dibuja en nuestro país no será fácil de recorrer», comentan, «debemos potenciar el uso del microchip y registrar a las mascotas para posibilitar que si se pierden puedan ser devueltas a sus propietarios».

Por su parte, el estudio de la fundación Affinity señala la «preocupante situación» que supone los abandonos de animales y que, al mismo tiempo, la adopción se haya estancado. «Debemos concienciar sobre la importancia de tomar decisiones meditadas cuando se pretende acoger a una mascota en nuestra casa», defienden. Y es que la adopción sigue estando entre las últimas opciones cuando se decide dar una oportunidad a las mascotas. Tanto el centro como la fundación inciden en la necesidad de contribuir como socio o voluntario de una entidad protectora ayudando de manera desinteresada a cuidar animales que han perdido un hogar y lo necesitan.

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