Manos Unidas celebró ayer en Cartagena la séptima edición de la paella solidaria que cada año ayuda a financiar un proyecto nuevo en países en vías de desarrollo.

El éxito de cada una de las pasadas convocatorias volvió a repetirse en esta ocasión ya que logró reunir a cerca de mil personas. «Hemos vendido unos 950 menús de 15 euros y estamos muy contentos con la forma en la que responden los cartageneros todos los años», manifestó la delegada de Manos Unidas en Cartagena, Mercedes Sánchez.

Tras la comida habrá un sorteo de distintos productos que han sido donados íntegramente por los comerciantes de la ciudad. «Además, hemos recibido mucha ayuda de todos los comercios de la ciudad que han donado bicicletas, televisiones, jamones o vinos, todo lo que les hemos pedido. Esto es muy importante para nosotros y más en los tiempos que corren», declaró Sánchez.

El dinero que se ha recaudado este año será destinado a sufragar un programa de agricultura para familias campesinas en El Salvador que cuesta 61.434 euros.

«Para empezar a vivir la agricultura y el agua son imprescindibles. Con este proyecto se formará a familias para que aprendan a cultivar sus tierras y que esto les sirva tanto para comer como para comerciar con el excedente y poder ganarse la vida».

La delegada de Manos Unidas en el municipio aseguró que, «a pesar de los temores iniciales, todos los años conseguimos financiar el proyecto que nos proponemos, no sólo con la paella, sino también con otras muchas actividades que desarrollamos el resto del año».