Son muchas aún las preguntas por resolver sobre la muerte de Diego Pérez Tomás, por la que han sido detenidos como presuntos responsables seis agentes de la Comisaría de Cartagena, que acaban de cumplir su primera semana en la cárcel. Y entre esos interrogantes se encuentra la sospecha de que este caso pueda tener alguna relación con el robo a punta de pistola por parte de dos o tres personas de un coche de policía camuflado el pasado 16 de agosto en Cartagena. Se da la circunstancia de que las primeras versiones que se hicieron públicas sobre la sustracción del vehículo apuntaban a que ocurrió en Cala Cortina, el mismo lugar donde apareció flotando el cadáver del vecino de Las Seiscientas y al que los agentes encarcelados admitierion haberlo llevado. No obstante, cuando a finales de ese mismo mes, la Policía detuvo a dos presuntos implicados en el robo del coche, precisaron que se había cometido en el polígono Cabezo Beaza y que llegaron a agredir a uno de los dos agentes que iban en el vehículo.

Fuentes cercanas a la investigación del crimen de Cala Cortina indicaron que los agentes asaltados eran de los que se habían desplazado desde Madrid del departamento de Asuntos Internos para este caso, si bien, cuando se arrestó a los autores del robo sólo se dijo que procedían de la capital de España.

Esta coincidencia ha llevado a la Policía a investigar si hay alguna conexión entre los dos hechos, señalan las mismas fuentes. De hecho, sostienen que en el momento en que los agentes a los que les robaron el coche fueron atacados de forma violenta, se encontraban en plena operación de seguimiento de los policías implicados en el caso de Cala Cortina. Un portavoz oficial de la Comisaría no quiso confirmar ni desmentir si había relación entre el robo del coche camuflado y la muerte del vecino de Las Seiscientas, al ser preguntado por esta redacción.

La nota oficial de la detención de los dos supuestos ladrones a finales de septiembre señalaba que ambos eran de nacionalidad española, residentes en Cartagena y en en el Mar Menor. Que el robo se produjo sobre las cuatro y media de la tarde por sorpresa, al bloquearles el paso dos vehículo. Los delincuentes sacaron a los dos agentes del coche que conducían a punta de pistola, agredieron a uno de ellos y abandonaron el lugar con el vehículo oficial.

El coche policial se recuperó en Torreciega, en perfecto estado y con apenas kilómetros recorridos, a los dos días de su sustracción. Cuando los responsables fueron detenidos más de un mes después, aseguraron no saber que los ocupantes del vehículo eran policías y se desprendieron rápidamente del coche al comprobar la documentación que portaba, según la nota.