La profesora Cortina (Valencia, 1947), Premio Internacional Jovellanos 2007 de Ensayo y exprofesora de Instituto en Cartagena, donde dio clases unos años, defiende sin titubeos el mantenimiento del Estado de Bienestar como el gran logro de la democracia, aunque ella prefiere hablar de Estado de Justicia, al que no hay que renunciar bajo ningún concepto.

Ahora, con todo esta crisis, todo el mundo empieza a hablar de nuevo de ética, de responsabilidad corporativa, cuando quizá antes no estaba tan de moda.

Sí, suele ponerse de moda siempre que hay catástrofes como esta, se acuerdan de la importancia que tiene y de que se ha dejado en el camino. La responsabilidad social corporativa nació en los años 70 del pasado siglo tras el caso Watergate, volvió a resurgir con una fuerza enorme con el caso Enron y ahora, a consecuencia de la crisis. En estas situaciones es cuando suelen llamar a los profesores de Ética.

¿Qué es para usted una buena sociedad, una sociedad ética?

Una buena sociedad es aquella que cumple unos mínimos de justicia suficientes para que cada uno pueda desarrollar sus planes de felicidad sin atropellar los planes de felicidad de los demás, se basa en los conceptos de justicia y felicidad. La economía juega un papel fundamental como motor de la producción y proveedora de servicios, pero una buena economía.

¿Y no cree usted que en el origen de esta crisis se encuentra también una relajación de la ética en los ciudadanos, un exceso de ambición?

Es cierto que nos hemos acostumbrado a un modo de vida que estaba por encima de nuestras posibilidades, pero quien más responsabilidad tiene en una situación como esta es quien tiene más poder. Es lógico que el ciudadano aspire a a tener el coche o la casa que nunca tuvo. No hay que recortar siempre por el lado de los más vulnerables, de los que menos tienen.

¿Y hay algún país que esté haciendo las cosas bien en este sentido?

No hay ningún país que suponga un modelo a adoptar. Alemania tiene una gran capacidad económica, una gran capacidad exportadora, pero eso no se hace de un día para otro, y también tienen sus problemas. La Europa económica depende de la Europa política y social, la de los ciudadanos, ¿quién se siente ahora en nuestro país ciudadano europeo? Nos falta esa base ciudadana, social, para poder construir una europa económica.

¿Hay alguna receta para conseguir una sociedad mejor, más ética, más justa?

Sí, hay que recuperar e implantar valores como la transparencia frente a la opacidad, transmitir confianza, asumir responsabilidades, dejarse controlar y, por supuesto, que los controladores controlen bien. Tenemos que recuperar la cultura de la austeridad y tener siempre en cuenta a todos los afectados, no sólo a los votantes del partido que gobierna o a los accionistas de la empresa, sino a todos los ciudadanos.

Hay incluso quien habló de refundar el capitalismo cuando estalló la crisis.

Creo que se hablaba por hablar, nadie pensaba en refundar el capitalismo. Lo mejor que hemos conseguido hasta ahora es el Estado de Bienestar, que se debería llamar Estado de Justicia. Me parece una tontería refundar nada. Lo hay que hacer es mantener mínimos de justicia, una educación y una sanidad a la que tengan acceso todos los ciudadanos. Ahora es el momento de tratar de ver cómo plasmamos la socialdemocracia.