Los enfrentamientos judiciales en el seno de la Asociación de Hosteleros de Cartagena (Hostecar) durante 2009 han dejado a la nueva junta directiva con un agujero de alrededor de 22.096,73 euros. A esta cantidad se suman otras facturas que sitúan el actual déficit de Hostecar en más de 34.000 euros, informaron ayer fuentes consultadas por esta redacción.

Aunque la presidenta de Hostecar, Francisca Naranjo, no quiso precisar las cantidades exactas "para no entrar en polémicas", sí reconoció que existe el citado déficit y responsabilizó del mismo a la anterior directiva de la asociación. "Hostecar funciona con las cuotas de sus asociados y el dinero extra que pueda generar la gestión de la junta, pero sí no se hace gestión y se gasta un dinero que no tienen, aparece el déficit", argumentó.

Según la información a la que tuvo acceso ayer esta redacción, gran parte de este déficit se debe al pago de facturas en minutas de abogados derivadas del juicio que perdió la anterior directiva de Hostecar, presidida por José Antonio Nieto, contra el actual vicepresidente, Salvador Villegas, así como por la polémica impugnación de las elecciones -que costó 1.563 euros- y los gastos derivados de una serie de trabajos, como el estudio del proyecto de los nuevos estatutos que costó 1.170 euros.

Las cuentas de Hostecar se hicieron públicas ayer por la tarde en la celebración de una asamblea a la que asistieron alrededor de 19 personas, la mayoría miembros de la actual directiva de la asociación. "Si no hay polémica la gente no viene, si hubiéramos enviado las cuentas por correo, hubiesen venido. Pero tratamos de mantener la paz social". Durante su desarrollo, Villegas tomó la palabra para aclarar que la minuta de su abogado costó sólo tres mil euros porque cobró menos al aplicarle una considerable rebaja.

Ante esta situación, Hostecar aprobó ayer su presupuesto de 2010, que asciende a 176.000 euros, treinta mil euros menos que en 2009, "ajustando al máximo los gastos. Hay que ingresar más y gastar menos siguiendo una política de austeridad absoluta".

Consciente de que los próximos meses no van a ser fáciles, Naranjo señaló: "Yo sabía que las cosas iban a ser complicadas, pero estoy tranquila porque me considero capacitada y cuento con el apoyo de los socios que me respaldaron con su voto para que me encargase de hacer resurgir a la asociación".