En uno de los mayores escenarios del mundo se convirtieron ayer la avenida Juan Carlos I y la calle Carlos III de Águilas por los Carnavales. Toda la elegancia, la fantasía, la imaginación, el humor y las coreografías de la peñas de los Carnavales de Águilas dejaron una imagen que será difícil de olvidar a las aproximadamente 50.000 personas que, según fuentes municipales, pudieron presenciar el primer Gran Desfile de los Carnavales aguileños.

Los miembros la Batukada Sambaleñas de Águilas fueron los primeros en pisar este gran escenario, avisando que el desfile estaba apunto de comenzar con el Ballet oficial de la federación de Peñas, que desfilaron con unos modelos de color dorado y demostraron su simpatía al ritmo de la coreografía natural de los carnavales aguileños. Los bailes empezaron a levantar al público de sus asientos, a calentar el ambiente, que llegó hasta su máxima expresión cuando la Musa, Ana Maria Molina, apareció en una espectacular carroza, acorde con un nuevo diseño de tono pastel de color dorado que combinaba con los elegantes diseños de su peña Ipanema, poniendo un marco solo comparable con los grandes musicales de Broadway. Si el comienzo del desfile fue así, en el resto de las casi cuatro horas que duró el espectáculo carnavalero, nadie se pudo despegar de sus localidades si no querían perderse algunas de las puesta en escena de las peñas.

Tras los individuales arrancó el desfilar de las 38 peñas federadas en el Carnaval de Águilas: las infantiles serpentina, Sinergia terpsicore, Azabbache y Sumatra dejaron patente que los carnavales aguileños tiene un futuro envidiable. Los más pequeños 'gritaron' en forma de coreografía que este carnaval no hay quien lo pare. La Peña Azabache arropó a Don Carnal Infantil, y desfilando con Sumatra sobre una carroza plateada de cristales estuvieron la Musa infantil y La Cuaresma, primas y componentes de esta peña.

Los grupos adultos comenzaron a caminar sobre el gran escenario de los carnavales aguileños con la Cuaresma, que abría el desfile de su peña Nuevo Ritmo con un diseño dorado con plumas tanto en la espadera como en el tocado.

El paréntesis de humor y crítica llegó con l Los Amantes del Chichi y La Chavets con unos diferentes despachos de políticos, y Matalentisco Boy´s, con una crítica a un aeropuerto, aunque como llevaban aviones civiles y militares, sus componentes no dejaron claro si era el de Corvera o un homenaje al de San Javier. También dejaron su toque crítico las agrupaciones No Lo Sé y La Clanka, que reclamaba una particular república independiente Aguileña.

El Tangay, la más numerosa, hizo un homenaje a la cerveza: la Estrella de Levante corrió por los grifos que llevaban instalados en una espectacular carroza. La Rata Loca se multiplico en la ironía y, convertidos sus miembros en muñecas de famosa, con una coreografía que se veía un particular nacimiento de la famosa Belén Esteban con el que parecían reclamar un paritorio para el municipio costero.

Don Carnal y la Mussona, ambos de la Peña Los Mismos de Siempre, desfilaron con la misma temática que lleva realizando Don Carnal y llevaron al sambódromo aguileño su particular musical del Rey León. Ése fue el momento de subir el telón a las coreografías de las peñas, retornando a los mejores espectáculos de Broadway.

Con Almendriqueña, con una espectacular carroza, se dio paso a Zambra, Anamnesis, Sumatra, Serpentina, Terpsícore, Toscana, Azabache o Sinergia, que lograron que las casi cuatro horas de desfile se hicieran pocas.

Entre el público asistente estuvo la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, el consejero de Turismo, Juan Hernández, elteniente general del Ejército Francisco Puente y los diputados nacionales María González, José Luis Martínez, el senador Fulgencio Gil, el secretario general del PSOE-PSRM Rafael González Tovar, y el alcalde de Lorca, Francisco Jódar.

Y la fiesta continúa hoy. Le toca el turno al ingenio y las fantasías del Carnaval de la Noche, la más especial para los aguileños, puesto que mañana martes es fiesta local en Águilas.