Atención: este relato no ha sido publicado en El Mundo Today. Es completamente real. Tan real como la noticia sobre un arrestado que ha prendido fuego al calabozo en los Juzgados de Palma tras esconderse un mechero en el ano. Y es que hay gente que ve en cada recoveco de su cuerpo una oportunidad. En el caso de esta joven, la de no tener que pronunciar "hasta que la muerte nos separe".
El vídeo de una estudiante de 23 años en TikTok ya roza las 7 millones de visualizaciones. La historia no tiene desperdicio. La universitaria, que cursa la carrera de Derecho, se disponía a coger un vuelo en los Emiratos Árabes Unidos. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, de repente, su viaje se vio cancelado, y tuvo incluso que recurrir a su padre para que pidiera ayuda a la embajada australiana.
"Nos llevaron a mí y a mi amiga a un lado sin darnos muchas explicaciones", cuenta en el vídeo. ¿El problema? Uno de los últimos regalos de broma que le hizo su novio antes de morir fue confundido con un arma por los agentes de seguridad del aeropuerto. A decir verdad, no lo portaba en un lugar muy común... Lo llevaba bastante oculto.
Efectivamente, Sarah Button llevaba puesto un plug anal, el juguete sexual que le regaló su fallecida pareja. Y ahí no acaba todo, agárrense que vienen curvas: su ano contenía el juguete, que a su vez contenía las cenizas del novio. Cambió la urna funeraria por el plug anal para conservar los restos de su amor. De hecho, lleva grabado la palabra 'forever' (para siempre).
"La intención era inicialmente una broma porque él había pasado mucho tiempo allí y era su lugar favorito", cuenta en su red social sobre qué motivó a su novio a comprárselo. ¿Por qué lo lleva puesto para volar y por qué ha metido las cenizas en él? La respuesta es más que obvia: "Me gusta poder llevarlo conmigo a lugares a los que habíamos soñado ir".
Viajar con su novio en el ano casi le cuesta la cárcel a la estudiante, pero finalmente pudo respirar aliviada. "Una hora después vino un funcionario y nos hizo firmar un documento extranjero súper largo. Nos dijo que si salíamos del aeropuerto iríamos a la cárcel", comenta, pero las dejaron libres. El misterio que no revela es dónde se quedó el juguete.
