A las ocho de la mañana de adel Viernes Santo salia de la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, propiedad de la cofradía, una de las procesiones más representativas y conocidas gracias a las obras de arte que realizara el escultor murciano del siglo XVIII Francisco Salzillo Alcaraz, 'La Mañana de Salzillo', declarada este año Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial (BIC).

Más de cuatro mil nazarenos, entre penitentes, mayordomos, estantes, promesas y secciones de bocinas, visten la túnica morada y muchos de ellos caminan descalzos a lo largo de más de ocho horas de procesionar por las calles murcianas.

La procesión tiene momentos muy intensos, como puede ser la salida del templo, el paso por la calle San Nicolás, donde, incluso, los espectadores tienen que levantarse de las sillas para que los pasos puedan discurrir. El entorno del convento de las Agustinas o, ya con las primeras horas de la tarde, ver la recogida de nuevo en la plaza San Agustín, con la dificultad que entraña su entrada en el templo tras ocho horas de trabajos y fatigas.

«Siempre digo que la novedad es que no hay ninguna novedad», aseguraba el presidente de la cofradía de Jesús, Antonio Gómez-Fayrén. «Ya que todas las imágenes se encuentran en perfecto estado», puntualizó.

En esta ocasión, el paño de la Verónica corría a cargo del escultor murciano Francisco Cánovas, quien creó esta obra en 1998, cuando procesionó por primera vez. «Quise reflejar un paño con sentido para una Virgen que con amor y pasión limpia la sangre y el dolor, como destila el rostro de la Verónica», expresó un emocionado Cánovas, agregando que «la belleza no está en el hombre sino en el dolor».

Nuestro Padre Jesús, única escultura que no es de Salzillo, volvía a portar una túnica de seda de 1800, donada por el Bailío de Lora. Aunque esta vez será una réplica, ya que el año pasado lució con motivo de la búsqueda de la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. «Nos gustó tanto y es de tal belleza que decidimos repetir, aunque en una réplica exacta. Se inauguró el miércoles en el traslado de las Agustinas hacia la cofradía y el obispo de la Diócesis, Lorca Planes, la bendijo», explicó Gómez-Fayrén.

Cuenta con nueve pasos: La Santa Cena (1763), La Oración en el Huerto (1754), El Prendimiento (1763), Los Azotes (1777), La Verónica (1755), La Caída (1752), Nuestro Padre Jesús Nazareno (1600), San Juan (1756) y La Dolorosa (1755). Todas las obras son de Francisco Salzillo, excepto Nuestro Padre Jesús Nazareno, que es anónima.

A lo largo de cuatro siglos, la procesión de Jesús ha ido cambiando con el tiempo, desde sus origines modestos, pero vinculados a la devoción al Nazareno.

Se dice que el siglo XVIII es el siglo de oro de la Cofradía, y, sin duda, así es, porque las viejas "insignias" o escenas de la Pasión del señor que acompañaban al Nazareno por las calles de Murcia durante los primeros años, fueron sustituidas por los pasos que Salzillo realizó para esta procesión. Al mismo tiempo, los nazarenos construyeron su propia iglesia, la de Jesús, privativa de esta Cofradía.

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno fue erigida por Decreto Fundacional del Obispo de la Diócesis, don Juan de Zúñiga, de dos de agosto del año 1600, que dio lugar al primer Cabildo celebrado el tres de septiembre de 1600, hallándose en su privativa iglesia.

Las hermandades en las que la procesión se ordena son nueve, más una suplementaria que desfila en primer lugar, de 'Promesas', compuesta por ciudadanos devotos que no pertenecen a la Cofradía y que desfilan con la túnica morada, y sin escudo, por una sola vez, y con ropas que le facilita la Cofradía.

Las nueve hermandades, por su orden, tienen en su escudo los siguientes fondos: La Cena en rojo; La Oración en verde; El Prendimiento en gris; Los Azotes en rosa; La Verónica en amarillo; La Caída en negro; Los Nazarenos (Nuestro Padre Jesús) en morado; San Juan en marrón y La Dolorosa en azul. Todas las hermandades llevan su propio estandarte, menos la de los Nazarenos, a cuyo frente desfila el estandarte menor de la Cofradía.

El presidente de la Cofradía adelantó además que las noventa horas de filmación que tuvo lugar en 2014 se podrán visionar de forma resumida en la Filmoteca Regional los próximos días 23 y 24 de abril, así como en un día de mayo. «Esperemos que el tiempo nos respete y no haya ningún incidente. Tenemos la gran responsabilidad de que los murcianos disfruten», zanjó Gómez-Fayrén.