Entre partículas

La Puerta del Infierno

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Antonio Guirao

La Puerta del Infierno lleva ardiendo más de medio siglo. También se la llama Pozo de Darvazá. No se trata de un volcán. Es un pozo por el que emana gas subterráneo que está en permanente combustión desde el año 1971. Está situado en Asia Central, en el desierto de Karakum, cerca de una aldea llamada Darvazá que pertenece a Turkmenistán. El fenómeno del fuego saliendo por Puerta del Infierno es tan espectacular que se ha convertido en la principal atracción turística de ese país.

¿Cómo es? Es una fosa en llamas, con el aspecto de un cráter sobre el terreno plano del desierto, de 70 metros de diámetro y 30 metros de profundidad, y una temperatura de 400 °C. Comunica con una cueva subterránea llena de gas natural, principalmente, metano. Por el suelo de la fosa escapa el gas y arde como los fuegos de una barbacoa.

¿Cómo surgió? No apareció de forma natural, sino accidentalmente cuando unos geólogos que buscaban gas y petróleo perforaron el suelo sobre una cavidad. La tierra se hundió y empezó a escapar el gas. Para evitar la emisión de gases tóxicos, le prendieron fuego creyendo equivocadamente que la reserva de gas se consumiría pronto.

SABER MÁS

Apagar la Puerta del Infierno. Las autoridades de Turkmenistán se han planteado apagar el pozo, ya que la combustión del metano es perjudicial para el medio ambiente y puede dañar la capa de ozono de esa región. El problema es que aún no saben cómo hacerlo.

Fuegos fatuos o fuegos de San Telmo. Son escapes de metano que se encienden espontáneamente cuando entran en contacto con el aire en determinadas condiciones atmosféricas. El gas se forma por la putrefacción de sustancias orgánicas. Estas llamas pueden verse en ciénagas y pantanos, e incluso en cementerios.