Voy a hacerles una confesión. En aquellos tiempos en los que los ordenadores iban a la velocidad de una tortuga, teníamos nuestra particular hemeroteca almacenada en unos armarios de la delegación de este periódico en Cartagena. La formaban enormes tomos marrones muy pesados, porque cada uno de ellos recopilaba todos los ejemplares de un año.

Cuando irrumpí cargado de ilusión y de energías en la redacción como el becario que siempre seré para algunos, mi jefe me hizo una sugerencia: «Sería bueno que ojearas de vez en cuando estos tomos, porque además de para ponerte al día sobre lo acontecido en la ciudad en los últimos meses y años, también te servirán para darte ideas de temas que puedes mirar».

No sé si alguna vez han hecho el ejercicio de repasar periódicos antiguos y han visto titulares y noticias muy similares a las que pueden leer ahora en esos mismos diarios. A veces, ni siquiera pasa demasiado tiempo y, otras, lo único que cambia es la fecha.

Esta divagación viene a cuento porque cuando esta semana nuestra alcaldesa ha anunciado que entre sus objetivos está desbloquear la bajada del precio del agua, he recordado que su antecesor hizo un anuncio similar cuando tomó el mando hace dos años, pero seguimos pagando el agua tan cara como siempre.

Y mucho me temo que con los pantanos de la Región al 25% de su capacidad, el guión se repetirá otros dos años y Castejón tampoco podrá cumplir su promesa. Ojalá me equivoque.

Capítulo aparte merece el AVE. Me pregunto cuántas veces ha llegado ya a la Región y a Cartagena en los titulares de los periódicos. Eso sí, con fechas cada vez más avanzadas. Ahora nos toca creernos que llegará a nuestra ciudad en 2020 y que habrá nada menos que seis diarios, según ha anunciado efusivamente el diputado nacional del PP Francisco Bernabé. ¿Habrá tanto pasajero para tanto AVE? En fin, que dejen de prometemos el oro y el moro y que llegue ya el dichoso trenecito, que ya llevamos demasiado tiempo perdiéndolo.

A ver si dentro de dos años, los titulares de los periódicos no coinciden con los de hoy y podemos leer que, por fin, nos han bajado el agua y que el AVE ya está aquí. Y así dejamos de dar argumentos a los historiadores que proclaman la teoría del eterno retorno, que la historia la conforman una serie de acontecimientos cíclicos que se repiten cada cierto tiempo.

Aunque siempre podemos matar al mensajero (dicho sea en sentido figurado) que nos cuenta o nos vende lo mismo una y otra vez.

Tralará.