uchas veces pienso que lo mejor es ser un ignorante. Sí, como leen, ser un ignorante, desconocer qué pasa en el mundo, no entender de nada, no saber cosas, no ser curioso, no tener inquietudes por nada. Creer que todo el mundo es como uno mismo, pensar que todos pasan por las mismas penurias que tú; en definitiva creer que, dentro de lo posible, todos pertenecemos a una misma fauna. Ahora bien, unas veces por tu afán personal de superación, algunos leemos libros, nos planteamos preguntas, interpretamos lo que vemos y oímos, y, por si algo faltara, hay quien como yo, diariamente, lee prensa económica especializada. Verán que nadie es perfecto.

Durante los últimos días he seguido con especial fruición temas con un denominador común: la indecencia. Veamos. Varias personas han sido condenadas en el caso Kutxabank, uno a seis meses de cárcel y multa de 4.500 euros, por un delito de 'apropiación indebida cualificada'. Otro a un año de cárcel y una multa de 9.000 euros, unas tropelías dignas de trileros. Al seguir leyendo tropezamos con Caixa Catalunya. La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para el expresidente de la entidad y exministro socialista Narcís Serra, y para el que era director de la entidad, Adolf Todó, por dos presuntos delitos de administración desleal en el caso de los presuntos sueldos desproporcionados. Sueldos desproporcionados? qué 'suerte' tienen algunos que pueden ponerse los sueldos que quieran; nadie se opone, aquí no hay color, bandera, ni siglas partidistas. Como en Fuenteovejuna, 'todos a una'. Sucede en algunas instituciones del Estado, además.

No solo están acusados Narcís y Adolf, también otras 39 personas. Sueldos que se concedieron a consejeros de la entidad en plena crisis económica, cuando Caixa Catalunya estaba recibiendo fondos del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), entre 2010 y 2011 aportó a la caja más de 12.000 millones de euros. Hay que tener poca vergüenza, esta pareja tuvo subidas de sueldos durante 2009, 2010 y 2011 a lo que hay que añadir otras retribuciones y complementos. Todo esto es increíble. Me pregunto cuánto más barato serían todos los productos financieros si los mandamases no robasen, porque para mí es un latrocinio perfecto amparado en no sé qué ética empresarial. Me llevan los demonios cuando, cada tres meses puntualmente, me remite mi banco el estado de mi misérrima cuenta y aparece un cargo con el siguiente epígrafe: 'mantenimiento de la cuenta'. Sé que es algo normal en la mayoría de los bancos, joder, mantenimiento de la cuenta: ¿Hay alguien destinado a aguantarla? ¿Le sacan brillo? ¿La riegan y le dan esplendor? No entiendo muy bien cuál es el sentido de dicho mantenimiento. Ah, sí, ahora caigo, es el mantenimiento de toda esta gente, perdón gentuza, que se lucra a costa de los bolsillos y de las cuentas de los demás. Para una miseria que tengo, cada tres meses me soplan doce euros. Alguien dirá que es una ridiculez; para mí, no; ridiculez que, multiplicada por ejemplo cien mil cuentas, suponen 1.200.000 euros del ala. Así podemos seguir sumando.

Lo que me chirría y cabrea son las prejubilaciones doradas que pueden tener algunos de estos individuos. La gran mayoría de los currantes de a pie sufriendo por saber si podremos cobrar una miseria de pensión, cuando nos encontramos de cara lo siguiente: uno de estos acusados tenía establecida una retribución fija de 600.000 euros anuales y se estableció una cláusula de prejubilación a partir de los 60 años por la que cobraría hasta los 67 una renta mensual del 90% del sueldo, y a partir de esa edad 'una renta vitalicia' del 80% de lo recibido los doce meses anteriores. Otra cláusula establecía que en caso de morir, su hija podría recibir una pensión vitalicia por el 50% del sueldo del padre en los últimos doce meses.

No diría nada si la empresa fuese privada y no recibiese dinero público. Pero es que todo lo anteriormente indicado se establece cuando está recibiendo dinero del contribuyente. Indecencia, se mire por donde se mire. Espero que todos paguen por hechos tan indecorosos como los relatados. Si de mí dependiera irían todos a la cárcel y saldrían cuando hubiesen devuelto todo lo percibido indebidamente más intereses.

Por último, indicar que no soolo se está juzgando a personal de estas cajas, no, se juzga a los altos cargos de todas las cajas habidas tiempo atrás. Recordemos: cajas relacionadas, de una u otra forma, con la política y los políticos.