«Ayúdame a recorrer el mundo». Con esa frase ilustró Nico, un niño madrileño, un dibujo que se ha convertido esta semana en viral en las redes sociales. Un acierto de su profesora, quien quiso que sus alumnos fueran conscientes de cómo funcionan estas herramientas y de el poder que tienen.

A base de compartir la imagen en WhatsApp, su dibujo ha recorrido el mundo, aunque no tengo claro que todos los que lo compartieron en internet dedicasen dos minutos a leer en que consistía el experimento de Esmeralda Reviriego. Es algo así como la saturación que causa el efecto multiplicador -que tiene la práctica extendida entre numerosos políticos- de repetir hasta la saciedad el mismo mensaje a través de diferentes plataformas convencidos de que así sus palabras se transforman en una verdad absoluta. Saturación cuando abres tu correo y observas la cantidad de tonterías que la gente envía como quien tiene el hábito de mantener su higiene dental. Hoy es sábado y en Cartagena, Ginés Fernández pronunciará el pregón de la Semana Santa.

Ojalá, el Paraninfo de la Politécnica se sature también de cartageneros y cofrades.