El lunes declara en sede judicial acompañado de su abogado el presidente de la Comunidad. Si acude acompañado de su abogado es porque en la causa se investigan presuntos delitos de los que pudiera ser responsable, y la Constitución a la vez que proclama en su artículo 24 la presunción de inocencia, le garantiza un derecho «a la defensa y a la asistencia de letrado».

En esta legislatura la política regional, las informaciones, hasta las tertulias de bar o de whatsapp, giran en torno a si un investigado está imputado o si, por el contrario, solo se está investigando si se le imputa, con la sensación de corrupción generalizada y sistematizada de fondo.

El Gobierno regional (PP) con su minoría en la Asamblea, defiende numantinamente a su cabeza, mientras se esfuerza en acciones propagandísticas que den brillo a una escasa gestión, ampliamente superada por los procedimientos judiciales en los que se les investiga.

La oposición, profundiza en al teoría del delito y del lenguaje, incluso diccionarios hemos visto en el parlamento regional, y su mayoría parlamentaria se rompe del desuso o el mal uso, según el cristal con que se mire. Porque a día de hoy han impuesto la Ley del Rosell para que no se cumpla, la moratoria urbanística del Mar Menor sin contenido, y algunas enmiendas a los presupuestos regionales que se quedaron también en el cajón.

La novedad de este fin de semana es la posibilidad de una moción de censura, escenificada en el reto del Gobierno a la oposición a que le eche, y la oposición buscando cómo hacerlo, como si no sumaran 23 diputados sobre 45 desde el primer día de la legislatura.

A los tres grupos de la oposición (PSOE, C's y Podemos) también le superan los procedimientos judiciales, son el hilo argumental de sus declaraciones e intenciones nunca consumadas, y se muestran incapaces de hacer cumplir los acuerdos, incluso las normas, de la Asamblea.

El resultado es que desde la primavera de 2015 la oposición amaga con conseguir levantarse, mientras al PP regional se le acumulan los frentes judiciales, y es que no salen de la 'púnica' para entrar al 'auditorio' y ello pasando por la 'guardería'.

En ese mismo tiempo, a mediados de 2015, MC fue capaz de construir una alternativa en Cartagena que generó ilusión y ha hecho realidad la recuperación del municipio para sus habitantes.

En contraposición a nivel regional solo percibimos un Gobierno de titulares y propaganda, vacío de gestión real y una oposición de sucesos, basada en el escándalo. Ambos ayudan a destruir la imagen de la región y perjudican a los municipios, con especial incidencia, como es costumbre, en los de nuestra comarca.

Cartagena, nuestra comarca, la Región precisan dinamismo y soluciones, las que no ofrece una moción de censura, que en el mejor de los supuestos supone una huida hacia delante, porque ninguno de los partidos ha demostrado tener un plan de futuro para la Región.

En eso sí coinciden, los cuatro se escudan tras una arquitectura regional obsoleta y forzada, y huyen soluciones factibles y reales, como la biprovincialidad, que garantizaría justicia, modernización y optimización de recursos.

Las fuerzas con representación en la asamblea, esos 45 de distintos colores, demuestran con este baile desenmascarado que siguen queriendo ser cabeza de ratón, aunque no puedan salir de la madriguera, como sucede ahora con una Comunidad arrinconada y sin peso en el Estado español, y desvertebrada y sin dinamismo interior.

Los actuales actores, de gobierno y oposición, están inhabilitados para continuar, porque ya han demostrado que solo son capaces de mantenerse en lo insustancial, lo inestable, el debate estéril y la improvisación.

En MC consideramos que ha llegado el momento de afrontar la realidad regional, de crear agenda de progreso y desarrollo para los 45 municipios, para un millón y medio de personas, y no de seguir buscando la crónica de tribunales o de sucesos para saber qué hacen nuestros diputados. Debemos abrir la puerta del futuro, y las elecciones regionales son la llave, una oportunidad para que los ciudadanos puedan pronunciarse de modo directo y habiliten los cauces para formar un nuevo Gobierno, con una mayoría que responda al presente y de soluciones a la Región y a la comarca del campo de Cartagena.