Los murcianos somos gente acogedora, solidaria y trabajadora. Además, tenemos como virtud ser pacientes, como demuestra que llevemos ya muchos años esperando a que los organismos competentes resuelvan algunos de nuestros problemas. De entre ellos, que no son pocos, hay uno que se ha convertido ya en crónico: el déficit hídrico. El agua, junto con los recursos humanos y la energía, conforman los pilares del desarrollo de cualquier región. Y a la nuestra le sobran de estos dos últimos, ya que de hecho exportamos tanto energía como capital humano. Sin embargo, nuestro desarrollo se ve limitado una y otra vez por el problema crónico y no resuelto de la falta de agua.

Desde Ciudadanos entendemos que el Estado, a través de los Gobiernos, trataría de dar respuesta y solución a este déficit, como en justicia nos corresponde y como explicita nuestra Constitución. Pero acumulamos décadas esperando una respuesta definitiva que solvente nuestra ya también crónica incertidumbre. Hasta ahora, solo hemos recibido respuestas parciales, coyunturales, oportunistas y cortoplacistas, que generaban pérdidas de oportunidades para nuestro desarrollo.

Los agentes económicos interesados en invertir en nuestra Región dirigen sus proyectos a otras zonas al no tener garantizado un recurso fundamental como es el agua. Esta situación provoca un progresivo deterioro de todos nuestros sectores productivos, no solamente el agroalimentario, pues todos se encuentran interrelacionados. Contamos con un agroalimentario reconocido internacionalmente, alabado por doquier por su altísima eficiencia y desarrollo tecnológico, pero que sigue sufriendo el que no se resuelva definitivamente el problema del agua; y sufre aún más cuando constata que en nuestro país hay recursos excedentarios de aquello que más falta nos hace en Murcia. Las soluciones nunca acaban de llegar. Nos han vendido trasvases, luego desalinizadoras. Somos una comunidad ejemplar en tratamientos de aguas residuales y reutilización. Pero cuando parece que el problema va a verse solucionado, surgen indefectiblemente problemas económicos, energéticos, medioambientales y lamentablemente políticos que nos vuelven a sumir en la eterna incertidumbre.

Por eso hablábamos de paciencia, una paciencia que se agota. Lamentamos que un país miembro de la Unión Europea, desarrollado, con unos marcos normativos estables y seguridad jurídica, no haya sido capaz en décadas de resolver la necesidad de agua de nuestro campo y nuestra industria. A día de hoy, tenemos que seguir exprimiendo todos los recursos disponibles, desde los acuíferos a la depuración, pasando por la desalación y las transferencias entre cuencas. Y se hace perentorio el aplicar medidas de urgencia, muchas veces con precipitación, medidas que son ya de partida insuficientes y parciales, medidas que no van a resolver el problema estructural.

En Ciudadanos consideramos que las soluciones pasan en primer lugar por un conocimiento exhaustivo de los balances hídricos, de los recursos necesarios y disponibles no solo ahora, sino mirando al futuro. Un balance en el que es necesario incluir de manera clara la disponibilidad de recursos externos.

De no tomarse medidas ya urgentes y valientes en el ámbito político, nuestra Región puede encontrarse en un horizonte no tan lejano como 2021 con serios problemas de disponibilidad de agua, que a su vez lastrarían nuestro PIB y el empleo. Llevamos varios meses asistiendo a protestas y manifestaciones de agricultores en busca de soluciones. Ciudadanos cree que todas pasan por un Pacto Nacional del Agua y por sacar la gestión de un bien tan estratégico del ámbito político. Así lo incluimos en las 150 medidas que han permitido a España contar al fin con un Gobierno. Esperamos ahora que ese Gobierno comience a dar soluciones.